La Policía Nacional, la Policía Local de Palma y la Guardia Civil han puesto en marcha, en las últimas semanas, una ofensiva de registros masivos en chatarrerías de Mallorca con el objetivo de encontrar a los ladrones de piezas metálicas. En los últimos meses se están encontrando que, incluso, están robando las tapas de alcantarilla, están sustrayendo las placas y las letras metálicas de los cementerios y de los negocios. A todo ello hay que unir las importantes sustracciones de cables de cobre que se llevan produciendo desde hace más de dos años.

La difícil situación económica provoca que muchas personas sin trabajo intenten subsistir mediante la venta de materiales metálicos. Acuden a una chatarrería y les pagan, sin preguntar la procedencia del material, según el kilogramo y dependiendo del material que aporten.

En la Policía Local de Palma reconocieron que están preocupados por la oleada de robos. Aseguran que, además de las sustracciones de las tapas de alcantarilla, por el cual hubo dos detenidos, se están encontrando como se llevan las puertas de los contadores de agua, las placas y las letras de bronce de los cementerios y de los negocios. Para evitar esta problemática, han doblado la vigilancia en el cementerio de Palma, se han instalado videocámaras y están registrando chatarrerías. Recuerdan que cada tapa de alcantarilla cuesta a la empresa municipal Emaya unos 80 euros. La retirada de una tapa de alcantarilla pone en serio peligro la seguridad del tráfico y de los peatones, según la Policía Local.

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