­Investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) del CSIC y la UIB han demostrado en un estudio científico que un cambio hacia un clima más árido tendría consecuencias negativas para la tortuga mediterránea (Testudo Hermanni) debido a una disminución en la tasa de reclutamiento.

El cambio climatológico afectaría a la persistencia de la población y la mejora de la supervivencia juvenil y supondría un mayor riesgo de extinción de esta especie porque reduciría la incorporación de nuevos individuos reproductores, según un artículo publicado en el número de octubre de la revista Global Change Biology, informó el Imedea en un comunicado.

El artículo precisa que los procesos pueden variar dependiendo de la población y el escenario climático considerado, pero los resultados indican que a menos que otras causas de mortalidad inducidas por el hombre sean suprimidas (como la caza furtiva), la variabilidad del clima aumenta el riesgo de extinción en la mayoría de poblaciones de esta especie.

Tal y como explica el investigador del Imedea Albert Fernández, uno de los autores de la publicación, el estudio examina las consecuencias de los cambios en precipitación y temperatura previstos para el sur de Europa en las poblacionales de la amenazada y endémica tortuga mediterránea.

El objetivo es "generar resultados significativos para la aplicación de medidas de conservación acordes con el cambio climático".