El juez del caso Palma Arena, José Castro, ha rechazado la petición de archivo de las imputaciones contra el expresidente del Govern balear Jaume Matas en referencia a varias conductas supuestamente delictivas en las que la Fiscalía le imputa los delitos de falsedad, prevaricación, fraude y malversación.

En un auto notificado hoy, el juez desestima el sobreseimiento de la acusación contra Matas en relación a varios aspectos supuestamente corruptos en torno a la construcción del citado velódromo durante la legislatura autonómica 2003-2007 del PP.

El primero es por un delito de falsedad en documento oficial y se refiere a unas actas supuestamente ficticias de la junta rectora del patronato de la Fundación Illesport -encargada de la construcción del velódromo y que presidía Matas-, a las que el expresidente dijo no haber acudido pese a aparecer su firma.

En el auto, el juez rebate el argumento del abogado de Matas, Antonio Alberca, de que si se hubiera violado la ley esta vulneración "debería haber sido detectada y combatida por los órganos de control y fiscalización del gasto", ya que, según el letrado, el presidente de una Comunidad "no es un 'Führer' ante cuya voluntad se oscurecen los demás poderes del Estado".

El juez Castro considera que este argumento "no es de recibo, ya que la responsabilidad penal siempre es predicable de quien da la orden ilegal".

Recuerda Castro que los "hipotéticos asistentes a estas reuniones" confesaron no haber ido, a pesar de lo que se certifica que estuvieron allí.

Así, para el juez "los indicios racionales de falsedad no son imaginados" por él, sino que "los aporta la práctica totalidad de los supuestos asistentes, algunos de los cuales (...) se autodefinen como figuras decorativas".

Además, añade que la defensa no puede alegar la "ignorancia" de Matas respecto a esos hechos, ya que indica que han sido "unánimes" o por lo menos "mayoritarias" las declaraciones de personas que han dicho que la construcción del velódromo acaparaba la atención "inmediata" del expresidente.

El segundo delito es el de prevaricación administrativa por la adjudicación supuestamente ilegal y arbitraria al arquitecto Ralph Schürmann de la construcción del velódromo, la imposición de colaboradores y más tarde la rescisión de su contrato y la contratación de otros arquitectos, los hermanos García-Ruiz, sin concurso por 8,5 millones de euros.

A este respecto, el juez apunta que el argumento de que este arquitecto fue impuesto por la Unión Ciclista Internacional no se sostiene y añade que el Govern no tuvo "la menor dificultad" en encontrarle sucesor, en este caso los hermanos García-Ruiz, quienes, según recuerda, eran "próximos" al Ejecutivo porque habían llevado a cabo reformas en la sede del Parlament y del PP.

En cuanto al procedimiento de adjudicación de las obras del Palma Arena y otros aspectos de este proceso por los que se le imputa fraude, el juez afirma que existen "indicios racionales de que estas irregularidades se dieron".

Apunta que estos aspectos aún se tienen que investigar, pero agrega que en este momento no cabe sobreseer de su responsabilidad a Matas "cuando son numerosísimos los testimonios que afirman que, obviamente a reserva de menudencias, estaba al tanto de todo este acontecer".

En su auto, Castro critica, por reiterativas y sin fundamento, las afirmaciones del abogado de Matas de que se está violando su presunción de inocencia en este proceso, al tiempo que le reprocha que use "calificativos ofensivos" contra la Fiscalía y el juez, a los que el abogado acusó de "mala fe".

Finalmente, y respecto al delito de malversación en referencia a un contrato menor de 12.000 euros dado al exgerente del Consorcio para la Construcción del Palma Arena, Jorge Moisés, para un estudio que no se hizo, el juez recuerda que ya ha finalizado la instrucción de esta pieza.

Añade que su sumario ya está en la Audiencia de Baleares en espera de juicio y recuerda que Matas nunca ha estado imputado en ella.