La crispación de la calle se trasladó al Parlament, donde la portavoz socialista, Francina Armengol, aseguró que el Govern está "recortando" los servicios públicos cuando en periodos de crisis se deben potenciar y, sobre todo, dar prioridad al gasto público. La diputada socialista lamentó, al igual que el portavoz del PSM-IV-ExM, Gabriel Barceló, que mientras que estas asociaciones no cobran, el Govern ha dado el visto bueno recientemente el pago de 10 millones de euros para que continúen las obras del Palacio de Congresos de Palma.

Barceló declaró que el trabajo que realizan estas entidades es "impagable" y que "nunca se tenía que haber llegado a esta situación de crispación". También le recordó al presidente que el anterior Govern no es el "culpable" de todos los males de Balears y que el Pacte amplió en 900 las plazas para atender a estas personas. Bauzá le respondió que su gobierno se ha encontrado a 30 de junio pasado con una deuda de hasta 5,7 millones de euros con las organizaciones de carácter social de Balears, y le echó en cara que el anterior ejecutivo no dejó ningún calendario de pagos. El Govern dará la "máxima prioridad" a las políticas sociales, se comprometió también Bauzá en la Cámara, y advirtió de que no aceptará la "hipocresía" de la oposición porque no dejó "dinero en la caja" para hacer frente a estas obligaciones.

La federación de Enseñanza de CCOO ha convocado el viernes una concentración frente al Consolat para reclamar los pagos.