Entre los meses de enero y agosto de este año, los inspectores de consumo han retirado de la venta casi trece mil productos, 12.900 en concreto, revela la jefa de inspección. Y realizan entre 2.300 y 2.400 actuaciones de inspección que, por regla general, se traducen en tan sólo ochenta o noventa sanciones.

"Entre los productos retirados, inmovilizados o destruidos hay que destacar unas seis mil gafas de sol o casi dos mil quinientas pistolas de burbujas tóxicas", acota la jefa.

También, siguiendo un campaña de control comunitaria, se ha incidido últimamente en la vigilancia de los punteros de láser. "La Guardia Civil se incautó e inmovilizó casi 300 de ellos tras una denuncia formulada por los padres de unos niños a los que otros molestaban con estos artilugios y de otra cursada por pilotos de Son Sant Joan que sufrieron sus efectos", revela.