La reforma del artículo 135 de la Carta Magna ha logrado los tres quintos que necesitaba para que el Congreso le diera luz verde, con sólo cinco votos en contra, uno de ellos el del diputado socialista por Baleares José Manuel Bar, que se equivocó al pulsar el botó, según la dirección de su grupo.

La reforma ha salido adelante en la Cámara Baja con la inédita circunstancia de que 29 diputados han decidido no participar en la votación, algunos incluso abandonando el hemiciclo.

Finalmente, han votado 321 diputados, 316 de los cuales han respaldado la propuesta y 5 han votado en contra.

Los contrarios han sido los dos representantes de Coalición Canaria (Ana Oramas y Fernando Ríos), la diputada de UPyD, Rosa Díez, y los socialistas Antonio Gutiérrez (ya se opuso a la toma en consideración el pasado martes) y José Manuel Bar Cendón.

Por el principal partido de la Cámara, el PSOE, han faltado tres de sus diputados, Manuel de la Rocha, José Antonio Pérez Tapias y Juan Antonio Barrio de Penagos, que han permanecido en sus despachos, en señal de protesta por su disconformidad con la reforma.

También han faltado dos del PP (Pilar González Segura y Dolors Nadal), pero fuentes del grupo popular han explicado a Efe que habían justificado su ausencia con antelación.

Dentro de los diputados ausentes están los diez de Convergencia i Unió, que, aunque estaban sentados en sus escaños, no han pulsado ninguno de los botones para la votación (sí, no o abstención), por lo que en el acta figuran como "ausentes".

Igualmente están contabilizados como "ausentes" los seis diputados del PNV y el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, todos ellos dentro del hemiciclo pero sin participar en la votación.

Los diputados de ERC, ICV, BNG y Nafarroa Bai, por su parte, decidieron abandonar el pleno justo antes de que empezaran las votaciones, cuyo desarrollo han seguido desde los pasillos del Congreso a través de las cámaras de circuito interno de televisión.