Los depósitos en cuentas de ahorro ético de Colonya Caixa Pollença alcanzaron el pasado año un valor de 17,4 millones de euros, con un incremento del 5,5%, según se informó ayer desde esta entidad financiera, desde la que se subrayó el carácter pionero que se ha tenido en esta materia. Cabe recortar que la mitad de los intereses que estos depósitos generan se destinan a subvencionar a colectivos que desarrollan labores sociales, al tiempo que se les conceden créditos para ayudarles en su labor solidaria.

Según esta entidad financiera, el número de cuentas abiertas se situó el pasado año en las 4.702, lo que ha supuesto un aumento del 15,9%. Estas cuentas están a nombre de 5.343 personas físicas y 902 jurídicas.

En este marco, se concedieron créditos a 28 organizaciones sociales, por un importe que supera los 1,2 millones de euros, y se han otorgado subvenciones para 62 entidades isleñas por un valor de 93.810 euros, en las que se ha dado prioridad a las actuaciones de carácter social y asistencial.

A lo largo de los últimos 11 años, las donaciones de ahorro ético de Colonya Caixa Pollença han alcanzado los 750.363 euros y se han financiado proyectos éticos y solidarios por valor de 8,7 millones, enmarcados en iniciativas laborales de personas con discapacidad, de inserción sociolaboral, de carácter ecológico y de economía social entre otras.

De esta forma, se ha querido contribuir a paliar la actual crisis económica, según se apuntó desde la caja de ahorros. En la presentación de estos datos estuvieron presentes el presidente de la entidad, Josep Antoni Cifre; Francesca Martí como miembro de su Comité Etico; y Antoni Amengual como coordinador.

Órganos de gobierno

Pero un aspecto al que Caixa Colonya ha dado una especial relevancia es a su decisión de que dos entidades representativas de los intereses colectivos entren por primera vez a formar parte de sus órganos de gobierno, para lo que se ha invitado a la Universitat balear y a la Mesa del Tercer Sector Social. Esta última es una asociación que aglutina a organizaciones que actúan en favor de colectivos con riesgo de exclusión social o con necesidades específicas.

Según Colonya, estas iniciativas tienen como objetivo el que la rentabilidad financiera también pueda ir acompañada de rentabilidad social y medioambiental.