Un traspaso de carteras sin apenas carteras, aunque con la advertencia para los nuevos consellers de que van a tener que realizar ´horas extras´ a destajo. "Yo empezaba a trabajar a las 8 de la mañana y la mayoría de los días me iba a casa a las 9 o las 10 de la noche, y eso teniendo menos departamentos que los que vas a tener tú. ¿Tienes familia?", le comentaba ayer uno de los cargos salientes a su sucesor.

La ausencia de carteras en alguno de estos relevos resultaba comprensible por exceso de asas para una sola mano. El flamante vicepresidente económico, Josep Ignasi Aguiló, recibe competencias de sus antecesores de Hacienda, de Comercio y de Trabajo, Carles Manera, Francesca Vives y Joana Barceló, por ese mismo orden, mientras que la titular de Salud, Familia y Bienestar Social, Carmen Castro, lo hace de Vicenç Thomàs y de Fina Santiago. Pero tampoco la hubo para el conseller de Turismo, Carlos Delgado, de manos de su antecesora Joana Barceló. Lo que sí recibieron los nuevos miembros del Govern fueron dossieres sobre la situación que han heredado.

Porque si en un punto hubo coincidencia es en la limpieza del traspaso de competencias por lo que a información se refiere. Y más entre antiguos compañeros de departamento en la Universitat, como es el caso de Carles Manera y de su equipo y de Josep Ignasi Aguiló. Por eso, los flamantes consellers agradecieron la colaboración que han encontrado en sus antecesores. Incluso Barceló se mostró públicamente dispuesta a atender cualquier consulta que en el futuro quiera hacerle Delgado. Además, Manera no ocultó que la de ayer no es la primera reunión que mantiene con Aguiló, y destacó que el mismo viernes ya tuvieron una larga conversación sobre el estado en que se encuentra su Conselleria.

El vicepresidente económico fue el que más información recibió, ya que además de la relacionada con el área de Trabajo –una de las más bonitas del Govern por el beneficio directo que comporta a los ciudadanos, en opinión de la consellera saliente–, se le sumaron las de Industria y Comercio, incluido el futuro reglamento de este último sector, pendiente únicamente de que pase por Consell de Govern, o sobre el inicio de las rebajas el próximo 1 de julio, y muy especialmente las de Economía, ante la dura situación que Josep Ignasi Aguiló se va a encontrar en esta materia.

De cara a la galería, el vicepresidente del nuevo Govern expresó su esperanza de que términos como "recuperación económica" o "creación de empleo" vuelvan a estar en boca de todos durante esta legislatura. Pero una vez cerrada la puerta del despacho "se percibe lo preocupado que está", según apuntó una de las personas que ayer se reunió con él.

Pese a ello, también fue objeto de piropos en su primer día de trabajo. "Me ha inspirado confianza", afirmó Francesca Vives tras concluir su entrevista con Aguiló. Dicho por una representante del PSM sobre un miembro del Partido Popular.

A Carmen Castro, que se presentó en la conselleria de Salud con algo de retraso sobre el horario previsto, le estaban esperando en el despacho de Vicenç Thomàs el propio ex conseller y la ex titular de la cartera de Asuntos Sociales, Fina Santiago.

Tras unos minutos reunidos, salieron los dos ex consellers y Santiago calificó la reunión de "cordial", aseguró que el traspaso se había hecho con normalidad facilitando a la nueva titular del departamento la documentación básica e informándole de los temas pendientes.

Promesas sin dinero

Pero no todo fueron parabienes. "Han hecho muchas promesas que dudo que puedan cumplir con el poco dinero que les queda. Se trata de una reestructuración funcional que no traerá el ahorro de dinero que está pregonando el nuevo Govern", se desahogó Thomàs, que ahora liderará la oposición al departamento de Castro en el Parlament. Un cambio de papeles. Esas dudas también las expresó Carles Manera, ya que con la caída que se ha dado en los ingresos, a los nuevos responsables del Ejecutivo autonómico les quedan dos opciones: o pagan a los funcionarios, o pagan a todos los proveedores y contratistas. Pero en el fondo de los cajones no queda dinero para, por ahora, hacer las dos cosas a la vez. Y esas mismas dudas se expresaron respecto a la posibilidad de que se pueda abrir en cada centro escolar dos líneas de enseñanza, una en castellano y otra en catalán.

Por su parte, Carmen Castro, señaló que en primer lugar se centrará en resolver los problemas que más afectan a los ciudadanos, como el asunto del impago del transporte sanitario a los pacientes baleares que se desplazan a otras comunidades autónomas. También confirmó que se llevarán a cabo auditorías en todos los departamentos de la Conselleria aunque, matizó, "serán internas porque confiamos plenamente en los funcionarios que trabajan en ellos".

¿Y que pasa con los que se van? La ya ex consellera de Comercio e Industria tiene planes inmediatos: una semana de vacaciones en Menorca para desconectar de cualquier cosa relacionada con la política. Por contra, Carles Manera y la mayor parte de su equipo ya tienen previsto tomarse hoy mismo un café juntos a las 10,30 de la mañana en el bar del edificio Jovellanos de la Universitat, ya que él y cuatro miembros de su equipo son profesores del Departamento de Economía Aplicada. Sólo habrá una ausencia: uno de sus directores generales se ha casado hace muy poco.