El cantante Hördur Torfason, impulsor de la llamada "Revolución silenciosa de Islandia", ha instado hoy a los simpatizantes del movimiento 15-M a seguir luchando por un "objetivo común: un mundo mejor y con menos corrupción".

El activista islandés ha animado a los "indignados" españoles a seguir el ejemplo de la revuelta pacífica que él promovió en su país, donde la revuelta popular tras el colapso financiero forzó la dimisión del gobierno, la renovación de las autoridades financieras y la apertura de un proceso de reforma constitucional.

Torfason, que durante toda la semana va a explicar la experiencia islandesa en diferentes ciudades de España, ha participado hoy en una mesa redonda en Palma donde, ante un público entusiasta que atestaba el salón de actos del edificio universitario de Sa Riera, ha contado su historia como líder del proyecto "Voces del pueblo".

Para este artista, que se enorgullece de haber luchado desde los años 70 por los derechos del colectivo gay, el elemento clave del éxito de la revuelta que inició y del posible avance del 15-M en España es el uso de internet como medio para "compartir ideas" y organizarse.

"Lo más importante es la conexión por internet, porque no podemos confiar en los medios tradicionales, que pertenecen a los políticos y a los ricos", ha subrayado Torfason.

El cantante ha relatado que desde el principio de su carrera prefirió comprometerse en la defensa de los derechos de los homosexuales antes que centrase en ganar dinero, algo que le hubiese hecho más manipulable por parte de la clase política.

"Llevo desde los años 70 luchando y es muy buen trabajo", ha bromeado Torfason, quien en octubre de 2008 empezó a desarrollar un movimiento contra el gobierno y las autoridades financieras de Islandia a raíz de la profunda crisis en que cayó el país tras la convulsión financiera mundial.

"El primer ministro se dirigió a la nación y dijo: 'Que Dios salve a Islandia', y yo me pregunté: '¿Porque no nos salvamos nosotros?'", ha contado el activista, que se plantó ante el Parlamento en Reikiavik y comenzó a cuestionar la continuidad de los gobernantes que habían, a su juicio, arruinado el país.

Tras cinco meses de lucha y después de que miles de personas se fueran sumando a lo que se llamó la "Revolución silenciosa", el gobierno convocó elecciones y se desencadenó un proceso de cambio profundo que incluso ha llevado ante la justicia por presunta negligencia al ex primer ministro Geeir H. Haarde.

"Nos habían cantado la canción de que somos una nación feliz donde no existía la corrupción, pero desde que se empezaron a destapar casos de corrupción hemos tenido un 'shock' semanal", ha explicado Torfason.

El cantante, que confía en que las protestas en España impulsen cambios políticos en beneficio de la mayoría de la población, se ha declarado esperanzado en el buen resultado del proceso abierto y participativo puesto en marcha en Islandia para reformar la constitución.