José Ramón Bauzá anunció ayer en el Parlament que su Govern estará formado por una vicepresidencia económica y "sólo seis conselleries y 31 direcciones generales", lo que supone siete conselleries y 35 direcciones generales menos de las que formaban el Ejecutivo del ya expresident Francesc Antich hace cuatro años. Aunque el Govern del Pacto ya había reducido su organigrama en febrero del pasado año, tras la expulsión de UM del Ejecutivo, quedándose con 10 conselleries y 55 direcciones generales, el recorte anunciado ayer por Bauzá sigue siendo significativo.

El nuevo president afirmó que con esta medida se logrará un ahorro para las arcas autonómicas de 26 millones de euros en cuatro años. Para incidir en lo que supone esta cifra, Bauzá recordó que equivale a 4.100 millones de las antiguas pesetas, una cantidad con la que "se pueden hacer muchas cosas".

El líder el PP efectuó este anuncio poco antes de ser proclamado president del Govern con los votos a favor de los 35 diputados del PP y en contra de los 24 parlamentarios de la oposición. Bauzá aprovechó la intervención con la que cerró el debate de investidura para aclarar cómo será su Ejecutivo, aunque resaltó que esta reducción no debe interpretarse como "una crítica" al Govern de su predecesor, sino como "un ejemplo de la política" que desea impulsar en un momento de crisis que exige austeridad.

Las matizaciones para insistir en que no pretendía criticar al Govern de Antich fueron una constante en las intervenciones de Bauzá durante la segunda y última jornada del debate de investidura. De hecho, el cara a cara entre el president saliente y el entrante fue de absoluto guante blanco y mensajes de voluntad de colaboración.

Antich abrió el debate de ayer con una intervención en la que aceptó la propuesta de consenso que había lanzado Bauzá en su discurso del día anterior, con el fin de alcanzar pactos de Estado en varios ámbitos. El líder del PSOE balear trasladó al nuevo mandatario la voluntad de los socialistas de alcanzar acuerdos en educación, turismo y territorio, si bien incidió en que para lograrlo es preciso que exista "cierta generosidad" y capacidad de hacer cesiones.

El expresident se refirió especialmente al posible acuerdo sobre territorio y pidió a Bauzá que no actúe en este ámbito con "mirada corta", ya que eso provocaría la repetición de "errores" de pasadas legislaturas. "Cada parte mal ocupada de Balears es una oportunidad económica que negamos a nuestros hijos", afirmó Antich.

Consideró que el "cambio de época" que se está viviendo exige "unidad de esfuerzos" y que los ciudadanos piden que se produzcan pactos en grandes materias, frente a tácticas de partidos que puedan ser "destructivas" y supongan "enfrentamientos estériles". En este sentido, defendió el Pacto de Competitividad que logró su Govern con el cual, según dijo, "pasa "el testigo" a Bauzá de "un engranaje de consenso que configura una hoja de ruta que ha sido muy útil y puede serle útil" al nuevo president.

Bauzá agradeció a su predecesor la voluntad de alcanzar acuerdos y le aseguró que no va a "deshacer" ninguna de las actuaciones que se han hecho "bien" en la pasada legislatura, ya que eso "sería una irresponsabilidad". Junto a ello, se mostró de acuerdo con Antich en que, en lo que se refiere al territorio, Balears no puede seguir "con un modelo económico basado unicamente en la construcción ya que este es un modelo acabado que no tiene futuro".

Además, el nuevo president de Govern se comprometió a "mejorar la situación" del transporte aéreo, una de las cuestiones que mencionó Antich. Bauzá consideró que en este ámbito la gestión de gobiernos anteriores no había sido adecuada, si bien una vez más insistió en que esto no era "una crítica" al Ejecutivo de Antich, sino la constatación de "un hecho que hay que mejora r".