El nuevo Govern del PP que hoy mismo empieza a tomar posesión heredará 4.742 millones de euros de deuda, algo más del doble de la que se encontró el Ejecutivo de centroizquierda a su llegada al poder en 2007, tras la derrota del ´popular´ Jaume Matas.

Hace cuatro años, cuando se produjo el traspaso de poderes del PP al Pacto, la deuda acumulada de la Comunidad Autónoma se situaba en los 2.346 millones de euros. El centroizquierda ha incrementado esta cuantía en 2.396 millones de euros más.

De estas cantidades, hay que distinguir entre el endeudamiento de la Comunidad y el perteneciente a las empresas públicas. Así, el Govern de Matas dejó un ´agujero´ de 1.798 millones de euros, más otro de 548 millones correspondientes a los entes y organismos públicos. En el caso del Ejecutivo del PSOE, UM y PSM, la deuda acumulada de las conselleries y la de las empresas públicas dependientes suma 4.064 y 678 millones de euros, respectivamente.

En los últimos días hemos ido conociendo a varios de los importantes acreedores de la Comunidad: Solo en medicamentos en los hospitales públicos, el Govern adeuda a las farmacéuticas más de 146 millones de euros, y casi un centenar más por tecnología sanitaria. La patronal de la escuela concertada, por su parte, ha augurado un comienzo de curso "difícil" si no se le abonan los 6 millones de euros pendientes del concierto. Las empresas de transporte escolar y de servicio regular de pasajeros también reclaman 4,4 millones de euros al Govern, y amenazan con un "paro técnico" en caso contrario.

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El principal argumento para justificar estos niveles de endeudamiento que esgrimen los todavía responsables económicos de la Comunidad Autónoma es la caída de ingresos, que tildan de "intensa", debido a la grave crisis económica. Al mismo tiempo, el Ejecutivo comandado ahora por PSOE y PSM arguye que pese a la crisis ha querido mantener el esfuerzo inversor, teniendo por ello que recurrir al crédito para poder sufragar las obras y proyectos.

Según los datos facilitados por la conselleria de Economía y Hacienda, en el último cuatrienio la caída global de los ingresos de la Comunidad ha sido de 1.413 millones de euros (un -30%), situándose en los niveles de hace ocho años. El pasado ejercicio el Govern ingresó 1.965 millones de euros, la peor cifra desde el año 2003, cuando los ingresos contabilizados fueron de 1.927 millones de euros. A partir de entonces, se fue superando la barrera de los 2.000 millones de euros anuales, alcanzando la mayor cifra de la historia de Balears en 2007 (2.800 millones de euros ingresados), coincidiendo con el fin del mandato de Matas y el inicio de la legislatura del Pacto. Desde ese momento, y ya en plena crisis económica, la cuantía del dinero que entraba en las arcas públicas fue descendiendo drásticamente, hasta situarse en los 1.965 millones de euros del año pasado, 835 menos que en 2007.

Desde la conselleria de Economía se esgrime el "esfuerzo inversor" que ha venido realizando el Govern saliente (1.234 millones de euros en inversiones el pasado ejercicio presupuestario, frente a los 788 millones del inicio de legislatura, en 2007), que ha supuesto que la inversión se incrementase durante la legislatura en 1.071 millones de euros.

Honda preocupación

Sin lugar a dudas, el mal estado de las cuentas autonómicas centrará buena parte del debate del discurso de investidura del nuevo presidente del Govern, José Ramón Bauzá, que empieza esta mañana en el Parlamento, a las once horas, y que culminará mañana al mediodía.

Bauzá ha ido anunciando en campaña que esta será la legislatura de la austeridad, ya que las previsiones de recuperación son todavía lejanas. El Ejecutivo saliente le deja 150 millones en créditos para que disponga de liquidez a su entrada, pero aun así la cifra se antoja harto insuficiente, pues son muchos los proveedores que exigen que la Administración autonómica salde las deudas contraídas con ellos.

Otro frente importante que deberá lidiar Bauzá son los 240 millones de euros procedentes del fondo de competitividad que el Gobierno central tiene actualmente bloqueados, y que suponen un serio agujero en los presupuestos generales de Balears.