El exministro de Defensa y presidente de la Fundación Everis, Eduardo Serra, considera que el principal reto de España es ganar "credibilidad" y "decir lo que vamos a hacer y hacerlo", en clara alusión al Gobierno central. Serra fue invitado ayer por el Cercle d´Economia para presentar su trabajo ´Transforma España´, en el que aborda el actual modelo económico español. Para conseguir esa credibilidad, dijo el exministro, resulta perentorio poner en marcha medidas dirigidas a aumentar la productividad del sistema económico y resolver la situación del mercado laboral, lastrado por la enorme tasa de paro.

Sobre el movimiento 15-M, que inunda las plazas de las ciudades españolas, asegura que todavía es pronto "para hacer un enjuiciamiento". En cualquier caso, sólo le da la bienvenida "si pretende incorporarse al proceso de mejoras" y no quiere "partir de cero" sin ajustarse a la ley.

En la conferencia, Serra desgranó las propuestas de su trabajo. ´Transforma España´ asevera que España no es un referente ni en experiencia ni en nuevas oportunidades. "Ocupa una posición intermedia en ambos casos. "La configuración actual convierte al país en poco atractivo para empresas, iniciativas, inversiones y talento. España se encontraba a mitad de camino en su proceso de transformación hacia un modelo de economía avanzada, cuando llegó la globalización unida a un periodo largo de razonable estabilidad mundial. Esto ha posibilitado a un nutrido grupo de países la entrada en el juego de competencia

global en unas condiciones suficientes. En el momento actual, España no ha conseguido alcanzar el desarrollo suficiente de la ´economía del conocimiento´ como para competir en bienes y servicios sofisticados con los líderes pero, al mismo tiempo, no puede seguir luchando en costes como proveedor de bienes y servicios de menos valor", interpreta en su obra.

Para revertir la situación, este hombre que ha formado parte de los gobiernos de Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González y José María Aznar propone la evolución "desde una sociedad de personas hacia una sociedad de talentos". También aconseja repensar el estado de bienestar. A su juicio, el debate no está en tener más o menos derechos, o en disponer de derechos más o menos universales. "Este debate es equivocado, además de estéril y generador de fracturas sociales innecesarias. Para construir un estado del bienestar responsable, todo empieza con una ruptura de las brechas y asimetrías de información entre, por un lado, quien define y presta los servicios del estado del bienestar y, por otro lado, quien los usa y financia", aduce. Asimismo, promueve reformar el sistema financiero español, con un nuevo marco regulatorio.