Ha entrado en la política de la mano de Josep Melià, quien le convenció para integrarse en Convergència de les Illes, el partido fundado por el ex líder uemita con el grueso de los antiguos dirigentes de la extinta UM. Hasta ahora, Antoni Serra vivía con tranquilidad centrado en su trabajo como profesor del Departamento de Economía de la Empresa de la UIB, impartiendo la asignatura de comercialización e investigación de mercados, es decir, "lo que todo el mundo conoce como marketing". Sus conocimientos en esta materia han sido rápidamente aprovechados por la dirección de Convergència colocándolo al frente de una campaña electoral atípica: medios limitados y la necesidad de aprovechar el poco tiempo que queda hasta los comicios para convencer en primer lugar de que Convergència no es UM y, en segundo lugar, conseguir los votos suficientes que permitan al partido lograr algún escaño en el Parlament.

—Acaba de estrenarse en un partido y ya le colocan como director de campaña electoral.

—Cuando me lo dijeron lo que me plantee fue eso que si había que hacerlo, lo hacía. Lo cierto es que en ningún manual de marketing se enseña como hacer sin un euro una campaña de comunicación, que al fin y el cabo es lo que es una campaña electoral . Habrá que inventar y ponerle imaginación, analizando el coste que puede tener cada acción, cuál puede ser más efectiva y, en función de nuestro presupuesto, elegir aquellas cosas que estén a nuestro alcance.

—¿Con cuánto presupuesto van a contar?

—Desde luego será considerablemente inferior al del resto de los partidos. La próxima va a ser una legislatura de austeridad y nosotros nos la aplicamos desde ahora, entre otras cosas porque somos un partido nuevo y no tenemos dinero. Hay gente que ha adelantado el pago de las cuotas correspondientes a tres o cuatro años para dedicar esos fondos a la campaña. Vamos a funcionar con grandes dosis de voluntarismo, altruismo y esfuerzo por maximizar cualquier medio que tengamos a nuestro alcance para transmitir nuestro mensaje.

—¿Y eso en qué se concreta?

—Hemos optado por actuar de manera descentralizada, de tal modo que cada agrupación local funcione con autonomía y sea la encargada de organizar sus actos en sus municipios, contando con el apoyo logístico del partido en lo que se pueda. De todos modos ese apoyo logístico es muy espartano y se circunscribe a cosas como llevar un atril que va pasando por distintos pueblos. Evidentemente el candidato al Govern, Josep Melià, participará en actos en cada uno de los pueblos. A ello sumaremos la utilización al máximo de internet, a través de la web del partido y de las redes sociales.

—De modo que no veremos grandes carteles con la imagen de Melià.

—Si nos queda presupuesto, contrataremos vallas. Habrá pancartas y también trípticos con mensajes concretos referidos a Balears, de tal modo que quienes los lean puedan al menos intuir la postura del partido en distintos temas. En principio no habrá ´merchandising´, salgo que alguna agrupación local quiera hacerlo por su cuenta para sus municipios. Me refiero a cosas como caramelos o globos, que al final incrementan los gastos.

—¿Creen posible realmente que los ciudadanos desvinculen a Convergència de las siglas de UM?

—Nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos para que quede claro que Convergència es un proyecto político nuevo, cuyo objetivo es aglutinar a mucha gente que se siente de aquí. Hemos planteado nuestra campaña electoral incidiendo de manera especial en este tema.

—Pero al final sus votantes potenciales son los de UM.

—Es un proyecto nuevo y el votante potencial de Convergència no está definido. Nuestro posible votante es todo aquel que esté preocupado por las señas de identidad de esta tierra y que crea que sus intereses exigen medidas como un mejor trato fiscal para Balears. Intentaremos que nuestro mensaje llegue a toda la sociedad.

—¿Se han marcado un objetivo de escaños a conseguir con el poco tiempo que queda para las elecciones?

—Evidentemente queremos entrar en el Parlament, aunque somos conscientes de que tenemos poco tiempo para lograrlo. Además, nuestra presencia en televisión será mínima porque el tiempo para los partidos depende de la representación parlamentaria y, al ser una formación política nueva, no nos corresponde. En la medida de los fondos con los que contemos, pondremos publicidad en prensa escrita y radios. Intentaremos alcanzar el objetivo de obtener escaños, pero nuestra campaña también debe servir para consolidar nuestro proyecto político.

—Por lo que veo, su campaña será sin euforias, al estilo de Melià

—El perfil del candidato influye, como es lógico. Melià ha marcado un estilo caracterizado por la prudencia, el sentido común, la moderación y la búsqueda de soluciones que se refleja en la campaña. Eso significa incidir en las ideas y la propuestas más que en la personas, huyendo de la imagen tradicional de un partido con un gran líder como su gran propuesta. Aunque, evidentemente, la presencia de Melià en la campaña será especialmente destacada.