El ministerio de Fomento poco puede hacer ya para que los billetes aéreos sean menos costosos para los isleños, según reconoció ayer en Palma el titular de este departamento, José Blanco. "En una economía de libre mercado son las empresas las que fijan los precios", argumentó el representante del Gobierno central, y recordó que su Ministerio ya está haciendo todo lo que está en su mano para intentar reducir los desembolsos que se realizan a la hora de subir a un avión, como es el caso del recorte de las tasas aeroportuarias que se está aplicando o el incremento del descuento a los residentes del 33% al 50% que se aprobó en 2004, remitiéndose en este último caso a la pasada legislatura. Pero la responsabilidad sobre el coste que el transporte aéreo tiene para los ciudadanos de las islas la dejó caer sobre las compañías aéreas.

Esas declaraciones fueron las únicas que aceptó hacer Blanco a la salida del acto celebrado ayer en el Consolar de Mar para la constitución de los comités de desarrollo de rutas aéreas de Balears, dado que se negó la posibilidad de que los medios de comunicación que habían sido invitados pudieran plantear otras cuestiones pendientes, como el de la cogestión de los aeropuertos de las islas. Hubo discursos oficiales, pero no se dejó hacer preguntas.

Así, la sede del Govern balear quedó convertida en simple escenario para un acto con numerosa representación de las instituciones isleñas. Además de Blanco, participaron el president del Govern, Francesc Antich; su homóloga en el Consell de Mallorca, Francina Armengol; la alcaldesa de Palma, Aina Calvo; y los presidentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) y de la Cámara de Comercio de Mallorca, Juan Lema y Joan Gual respectivamente, por lo que respecta al convenio para el aeropuerto de Son Sant Joan. Y como espectadores, los consellers de Turismo y de Movilidad, Joana Barceló y Gabriel Vicens; y el delegado del Gobierno, Ramón Socias, entre otros.

Los discursos corrieron a cargo de los dos primeros. Y tanto Antich como Blanco aprovecharon el momento, en plena campaña electoral, para destacar la colaboración que ha existido durante la presente legislatura entre los dos Ejecutivos, presididos ambos por socialistas, y que en este caso se ha plasmado en unos convenios que permitirán a las Administraciones de las islas y a sus empresarios –estos últimos a través de las Cámaras de Comercio– participar en la toma de decisiones respecto a las medidas necesarias para reforzar las rutas aéreas ya existentes con Balears y para abrir nuevas conexiones con otros destinos que se quieran potenciar.

No es la cogestión

Sin restar importancia a los convenios suscritos ayer, el conseller de Movilidad subrayó al acabar el acto que esta iniciativa no supone la cogestión aeroportuaria tantas veces reclamada desde las islas.

En cualquier caso, el president balear y el ministro de Fomento subrayaron la trascendencia de este tipo de colaboraciones, que ayudan a impulsar el transporte aéreo, para un territorio insular y cuya riqueza procede en un 60% directamente del sector turístico. De este modo, ambos insistieron en la importancia del paso dado ayer.

Un aspecto que se remarcó es que cada isla contará con su propio comité de desarrollo de rutas aéreas por las singularidades de cada uno de sus aeropuertos.

Además, José Blanco realizó un repaso por las medidas que desde su departamento se han adoptado durante los últimos años para beneficiar a las islas, como el aumento del descuento para residentes o de las inversiones que se han realizado en los aeropuertos del archipiélago.