Según refleja el sondeo electoral adjunto, a fecha de hoy y a la espera de los resultados definitivos del 22-M, el PP obtiene mayoría absoluta en el Parlament, lo que le permitiría formar un gobierno popular presidido por JR Bauzá. Lo relativamente novedoso es que, según todos los indicios, el PP obtiene tal mayoría en base a los resultados en Mallorca, no como en anteriores envites electorales donde lo decisivo era el voto de Formentera y/o Eivissa.

¿Cómo explicar tal cambio de perspectivas en Mallorca? Como es lógico no existe una sola causa, pero una de ellas puede ser el cambio en su mapa electoral. Se ha roto la anterior coalición electoral Bloc, que unía a todos los partidos autoubicados a la izquierda del PSOE y al PSM. Hoy EU y ERC se presentan en solitario, y el PSM con IniciativaVerds (una escisión de EU) y Entesa per Mallorca. Tal división, sin duda, disminuye sus expectativas electorales, sin olvidar que Convergència (la nueva UM) puede tener muchas dificultades para superar el 5 por ciento.

El PSOE de Mallorca, como en toda nuestra Comunidad, tiene el hándicap de un cierto desencanto de su electorado tradicional. Su resultado final dependerá de la capacidad de reactivar y reconquistar a los votantes indecisos, y que no pasen a engrosar la abstención. En la otra orilla se sitúan los votantes del PP con un índice de fidelidad por encima de cualquier vicisitud o contratiempo.

Al coincidir las elecciones autonómicas (Parlament y Consell) con las municipales, aunque sean tres votaciones con candidaturas, papeletas y urnas distintas (Parlament, Consell y Ayuntamiento), en las municipales se vota la proximidad. En consecuencia puede ser relevante el peso del voto en ayuntamientos tales como Palma, Calvià, Llucmajor, Inca, Manacor....