–¿Los chicos se inician cada vez más pronto?

– Diría que sí, hablando de relaciones sexuales con penetración. A los 15 ó 16 hay bastante gente que ya se ha iniciado, sobre todo las chicas, que empiezan antes porque física y psíquicamente son mayores y van con chicos un poco más mayores. La situación no es la idónea, sería ideal que la gente no tuviera relaciones de riesgo, que tuviera más conocimiento de sí mismo, que supiera la implicación emocional que supone tener una relación con otra persona... Pero claro, tampoco se forma en educación emocional.

– Ni en las escuelas ni en la sociedad.

– Se empieza a hablar de la inteligencia emocional, pero todavía no se aplica una metodología de enseñanza que tenga más en cuenta este aspecto. La educación formal sigue basada en los contenidos, cuando hoy en día en la sociedad compleja en la que estamos viviendo quizás sería más importante formar personas.

– ¿Somos analfabetos emocionales todos? ¿Jóvenes y adultos?

– Sí, todos. La sexualidad es un reflejo de la sexualidad de los más mayores. ¿Cómo les pedimos que sean responsables cuándo nosotros no lo somos? Hay muchos adultos que tienen pánico a hacerse la prueba del VIH y no se la hacen.

– Ahora hay mucha información sobre sexualidad, pero ¿saben cribarla?

– Se suele preguntar cómo es posible que en esta época con tanta información sigan exisitiendo los mismos patrones de conducta. Pero es que hace falta fomentar el espíritu crítico ante lo que reciben. Todavía arrastramos mucha herencia del tratamiento que ha tenido la sexualidad en nuestra cultura y se ha hecho un troquelado emocional muy fuerte en este tema, introduciendo emociones negativas como la vergüenza y la culpa. Ahora intentamos hacer las cosas bien hechas, pero tampoco no tenemos referentes. Esto les pasa mucho a padres y madres.

– ¿Se sigue sin hablar de sexo en casa?

– A los padres les cuesta, y los hijos no piensan en los padres como los principales educadores. Buscan por su cuenta o entre los iguales. Cada vez los padres entienden más la necesidad de tratar este tema, pero les cuesta porque ellos fueron educados de otra manera. No quieren hacerlo como lo hicieron con ellos, pero tampoco tienen referentes sobre cómo hacerlo.

– Cualquiera puede entrar en una web pornográfica y ver cualquier cosa. ¿Cómo distorsiona eso la visión de la sexualidad de los más jóvenes?

– Esto a veces nos pone en un compromiso cuando te hacen preguntas que no sabes ni cómo enfocar: ´¿cómo es que yo un día vi a una mujer que lo hacía con un caballo?´. Pueden ver lo que quieran y eso les da una imagen érronea de lo que son las relaciones sexuales, les genera unas expectativas falsas y se convierte en una fuente de frustación. Luego está la mujer, que es tratada como un objeto al servicio del hombre. Y si ése es luego el rol que el chico espera de la chica se generará una frustración. En el ámbito sexual es uno en los que hay más desigualdad entre sexos, nosotros lo vemos en el fondo de muchas consultas.