Bartomeu Vicens, el exconseller de Ordenación del Territorio en el anterior Consell de Mallorca y antiguo diputado de UM en esta legislatura, ocultaba en la cárcel de Palma once mil euros en billetes de 500 euros. El insólito hallazgo fue notificado por la dirección de la cárcel a la fiscalía y ha dado lugar a una nueva acusación de blanqueo de capitales contra Vicens y su esposa, Antònia Martorell, que ya estaba imputada en el caso Son Oms por ayudar a su marido a ocultar dinero negro.

El descubrimiento del dinero de Vicens en el centro penitenciario de Palma ha tenido lugar esta misma semana. De hecho, el director del centro penitenciario, Manuel Avilés, remitió a la fiscalía superior de Balears el pasado lunes un informe dando cuenta de las circunstancias del hallazgo y de las sospechas que pesaban sobre el interno Vicens.

El dinero requisado, 22 billetes de 500 euros, fue depositado en la fiscalía, que, a su vez, informó del caso al juzgado de instrucción 2 de Palma, donde el exdirigente de UM está siendo investigado en varias causas de los casos Son Oms y Maquillaje. Los billetes de 500 euros fueron ingresados en la cuenta de ese juzgado.

El magistrado Juan Ignacio Lope Sola ordenó la apertura de una investigación urgente para aclarar las circunstancias del hallazgo y el origen del dinero.

El reglamento penitenciario prohíbe en España a los presos el uso de monedas o billetes de curso legal dentro de las cárceles.

Compras con tarjetas

Las únicas excepciones son los establecimientos de régimen abierto y las dispensas especiales, debidamente autorizadas por el centro. Los presos, para sus compras en el economato, deben emplear tarjetas-valor, con microchip o sistemas análogos.

Cada centro establece las normas para las compras internas, pero el sistema más común es el de que cada interno dispone de su peculio particular, que va gastando con las tarjetas.

Cuando el interno es excarcelado, sale de permiso, o es trasladado a otra cárcel se le canjea el saldo de su tarjeta por efectivo.

La elevada cuantía del dinero incautado al expolítico hizo saltar las luces de alarma en el centro penitenciario de Palma, que decidió notificar los hechos a la fiscalía por si fueran constitutivos de delito.

Dentro del régimen penitenciario, el recluso Bartomeu Vicens probablemente sea expedientado por una falta contra el reglamento.

Conseguir un mejor trato

Vicens tendrá que dar explicaciones ante el juez Lope Sola sobre el origen y el destino de esos 22 billetes de 500 euros.

Una de las hipótesis manejadas por los investigadores es de que se trataba de fondos para conseguir una estancia mejor dentro del centro penitenciario.

Los reclusos, por ejemplo, no pueden disponer de teléfonos móviles en la cárcel, pero ya se ha dado un caso en Palma de internos que consiguieron este medio de comunicación con la complicidad de algunos funcionarios.

Lecturas y talleres

Vicens, hasta ahora, había tratado de matar las largas horas de estancia en prisión mediante la lectura, especialmente de obras en francés, un idioma que domina y la asistencia a talleres.

El antiguo conseller de Territorio de Mallorca, controlador y responsable del urbanismo insular, también se venía dedicando a evacuar, de manera informal, consultas jurídicas con otros internos.

Vicens es abogado en ejercicio y ha aprovechado sus conocimientos en Derecho para tratar de orientar a otros presos.

El antiguo político estaba interno en uno de los módulos menos conflictivos del centro penitenciario, debido a su perfil y también por razones de seguridad.

Vicens fue condenado por el Tribunal Superior de Justicia a 4,5 años de cárcel por malversación y prevaricación, pena que el Tribunal Supremo dejó en 3 años.

El dimitido diputado, defendido por Eduardo Valdivia y Jaume Campaner, tiene numerosas piezas separadas pendientes en los principales casos de presunta corrupción que afectan a su antiguo partido.