La catedrática de Química Inorgánica María Vallet desgranó anoche los avances de la medicina en los últimos cincuenta años gracias a esta ciencia haciendo especial referencia a los biomateriales y a la nano medicina.

Dentro del ciclo de conferencias organizadas por la UIB con motivo del año internacional de la Química declarado por la Unesco, la prestigiosa y galardonada doctora Vallet explicó que el futuro de los tratamientos anticancerígenos pasa por introducir en el cuerpo nanopartículas cargadas con la medicación para combatir el tumor y con otras nanopartículas de hierro que permitan dirigirlas en el interior del organismo a través de estímulos magnéticos hacia la zona afectada, para que sólo actúen allí, sin dañar otras zonas del cuerpo.

De la misma manera, esta especialista en biomateriales y premio nacional de investigación Leonardo Torres Quevedo 2008, avanzó que los últimos estudios apuntan a la posibilidad de poder controlar la dosificación de la medicación introducida en la nanopartícula a voluntad del facultativo y, además, combinar este tratamiento con otro hipertérmico para avanzar en la eliminación de las células cancerígenas de manera tan efectiva como localizada.

En definitiva, nada que ver con los tratamientos de quimioterapia convencionales que reparten fármacos de elevada toxicidad por todo el cuerpo y que "matan lo bueno y lo malo y tienen mucho efectos secundarios", recalcó la química.

También habló la doctora Vallet de la implantación de biomateriales porosos que permiten la regeneración ósea y advirtió de que, como consecuencia de la mayor longevidad de los seres humanos, en estos momentos hay 75 millones de personas que cada año se ven afectadas por osteoporosis (adelgazamiento del tejido óseo y pérdida de densidad en los huesos) y que el 80% de ellas son mujeres. Por ello, a preguntas del público sobre posibles terapias para combatir esta enfermedad, señaló que "no hay una solución cien por cien buena. Además, ni usted (en referencia a la persona que le había formulado la pregunta) ni yo vamos a verla". En cualquier caso, recomendó tomar mucha leche –"y desde bien pequeñitos"– para generar mucha masa ósea.

Respecto a estos materiales porosos, la catedrática apuntó otro uso para ellos como absorbentes de metales pesados en el organismo humano. Y puso un ejemplo práctico para su utilización en aquellas mujeres del Tercer Mundo que recorren kilómetros para llenar sus cántaros con agua contaminada y que, durante el regreso, con la introducción en el líquido de estos materiales, se eliminarían los metales pesados.

La catedrática de Química se despidió del auditorio animando a los estudiantes presentes a investigar ya que, dijo, tienen todavía un amplio campo abierto, circunstancia que ejemplificó con el hecho de que de las posibles combinaciones de 4 elementos sobre una base de 100 (3.921.225), tan sólo se conocen el 0,01% de ellas.