Balears pierde cada día una media de dos empresas. Ese es el ritmo con el que ha ido menguando el tejido productivo de las islas durante los últimos doce meses, en el marco de una crisis que sigue golpeando con especial crudeza al sector de la construcción, pero que también sigue abriendo heridas en otras actividades como el comercio o la restauración, a la vista del último informe elaborado por la Tesorería de la Seguridad Social en las islas. Y mientras la evolución de los centros de trabajo se mantenga a la baja, también lo hará el empleo, según se advierte desde las patronales isleñas.

El pasado mes de febrero se cerró en el archipiélago con 36.496 empresas de alta en la Seguridad Social, 825 menos que las contabilizadas en el mismo periodo de 2010, debido a que los cierres que se han registrado han sido superiores a las nuevas aperturas. Un deterioro que se contempla en toda su magnitud si se tiene en cuenta que en febrero de 2007 esa cifra de sociedades empresariales era de 40.936, lo que implica que 4.440 se han quedado por el camino en esos cuatro años.

Tanto el presidente de la patronal Caeb, Josep Oliver, como su homólogo en Pimem, Rafael Rubio, subrayan dos problemas básicos a la hora de volver a poner en marcha un motor de la economía balear. En primer lugar, el consumo de las familias isleñas sigue en niveles mínimos a causa del desempleo y de la inseguridad que se respira, y además las entidades financieras mantienen reticencias más que notables a la hora de conceder crédito. Por ello, las esperanzas están puestas en una evolución positiva de la temporada turística.

Evolución sectorial

El coste más importante de la actual coyuntura desfavorable sigue recayendo en el sector de la construcción. Durante el mes pasado se contabilizaron 5.756 altas en las Seguridad Social en esta actividad, 537 menos que las registradas un año antes. Pero además, entre febrero de 2007 y el mes pasado el número de bajas alcanzó las 2.002, lo que refleja la gravedad de la enfermedad.

Pero también el principal motor de la economía isleña muestra evidentes huellas de los golpes recibidos durante la crisis. El mes pasado había registradas 27.797 empresas de alta en el sector servicios, 217 menos que en el mismo periodo de 2010. En 2007 la cifra de altas se elevaba a las 29.663.

Las sociedades dedicadas al alojamiento turístico han mostrado una apreciable fortaleza durante los últimos doce meses, ya que su cifra actual es de 1.154, con la desaparición de sólo tres empresas en el último año.

No sucede lo mismo con el comercio minorista, que ha visto como se ha bajado de las 5.852 altas de febrero de 2010 a las 5.696 de 2011.

Mucho más suave, aunque también con números rojos, ha sido el descenso que se ha dado en la restauración. El mes pasado se tenían contabilizadas 4.245 empresas por parte de la Seguridad Social, 18 menos que en el ejercicio anterior.

Aunque estas evoluciones a la baja son la tónica general, existen algunas excepciones. Las empresas dedicadas a la educación muestran un incremento, al haber pasado de las 842 de 2010 a las 872 de este año, coincidiendo con un momento en que existe una mayor demanda de cualificación entre los trabajadores. También crecen las sociedades dedicadas a actividades recreativas y aquellas vinculadas a temas jurídicos o de contabilidad.