Hace tiempo que un sector muy importante del PSOE hizo la cruz al doctor Ramón Socías, cuya labor como delegado del Gobierno en Balears ha vuelto a recibir sonadas críticas tras acusar a sus subordinados de la Policía de aplicar "la condena del paseíllo" a la ex concejala de UM Cristina Cerdó y cía, la semana pasada.

Hablamos del PSOE local, claro está, porque al parecer Socías todavía cuenta con algún que otro aval nada desdeñable entre los jerifaltes de su partido en Madrid, véase el secretario general de Turismo, el también socialista mallorquín Joan Mesquida. Hay quien afirma que el padrinazgo del de Felanitx fue crucial para salvar el cuello de Socías ya en agosto de 2010, cuando el solleric lanzó una primera diatriba contra fiscales y policías por haber conducido esposados a los imputados en el caso Palma Arena, expuestos a los flashes, originando un revuelo espectacular y múltiples reproches. Entre el socialismo balear circula aún una frase nada halagüeña que atribuyen al ministro y jefe directo de Socías, Alfredo Pérez Rubalcaba –"a éste no quiero volver a verle"–, que al parecer le excluyó de una reunión de altos mandos en Palma tras los atentados de ETA en Palmanova y el Portitxol.

"Cada vez que abre la boca, se cubre de gloria", asevera un alto dirigente socialista sobre el médico de Sóller. "Llueve sobre mojado", sentencia otro, escandalizado tras oír a Socías "ponerse de parte de los corruptos", por tachar de desproporcionada, el pasado 2 de marzo, la actuación policial con los últimos detenidos de la antigua UM.

El rechazo que suscita Socías en una parte del PSOE balear es tal, que ya han acuñado el término ´ramonada´, que utilizan para preguntarse entre ellos, con sorna, "cuál será la próxima". De todos modos, todo apunta a que el delegado continuará en el cargo hasta las elecciones generales de 2012, "porque no merece la pena destituirle ahora", coinciden todos los consultados.

Ciudadanos animan a Cerdó

El miércoles pasado, la ex concejala en Cort Cristina Cerdó paseaba por la calle Jaume III de Palma, sonriente como siempre. Tras su paso por los calabozos de los juzgados, dos días antes, un ciudadano la reconoció y le deseó muchos ánimos vehementemente, "¡y ya verás cómo no pasa nada!". La ex edil de UM lo agradeció con un gesto y continuó su camino.

No era la primera vez que Cerdó recibía apoyos en plena calle, ni la única política imputada por corrupción a la que gente anónima manda coraje para seguir adelante. En el PP varios encausados han levantado cabeza cuando, tras la experiencia de haber sido detenidos, han visto cómo desconocidos les felicitaban en la vía pública contra la ´persecución de la izquierda´.

Se queda el cargo, pero ya no quiere ser candidata

Hace unas semanas, UM hizo valer su influencia ante el PSOE y logró que el conseller de Salud Vicenç Thomàs diera un importante cargo de confianza en el área económica del Hospital de Inca a Malén Estrany, que el pasado febrero fue destituida como directora general de Cambio Climático del Govern, al igual que el resto de cargos de la hoy desaparecida Unió Mallorquina.

El partido de Josep Melià pretendía con ello dar el empujón necesario a Estrany para que aceptara presentarse como candidata a la alcaldía de Pollença, habida cuenta de sus resquemores por tener que cargar en el número dos de la lista con el veterano edil pollencí Martí Ochogavía. Sin embargo, tras el registro judicial, la desbandada de UM y el canje a Convergència per les Illes, por lo visto Estrany se lo ha repensado y ahora se niega a ser la número uno, lo que probablemente obligará al actual alcalde Joan Cerdà a repetir. No vean el enfado entre los que auparon a la joven política para el puesto en el hospital...