Catalina Vadell Nadal (Porto Cristo, 1959) hace 20 años que se dedica a tratar el cáncer. Jefa del servicio de Oncología del hospital de Manacor, desde enero coordina y dirige el Instituto Oncológico, que une los servicios de Manacor y Son Llàtzer. Es como si hubiese un solo equipo médico para ofrecer a los enfermos de los dos hospitales el máximo conocimiento y experiencia. Oncología es "una especialidad muy dura", reconoce, pero también "muy bonita, porque puedes ayudar mucho a la gente".

– ¿Cómo contribuye que personajes como Esperanza Aguirre o Uxue Barcos salgan y digan en público: ´Tengo cáncer de mama´?

– Es muy positivo porque ayuda a desmitificar un poco el miedo a la enfermedad. Durante muchos años la palabra cáncer era tabú, los pacientes no se atrevían a decir qué enfermedad tenían. Por otra parte, esta gente da esperanza. Dicen ´tengo cáncer pero sé que puedo luchar y va a ir bien´ y dan esperanza.

– ¿A veces se nos olvida que es una enfermedad más?

­– Es una enfermedad más. Cada vez menos, pero se suele relacionar con muerte y sufrimiento. Y en general se cura en el 50% de los casos. El cáncer son 200 enfermedades diferentes y cada una tiene su historia, sus causas, su pronóstico… Y es importante que se diga que se cura un tanto por cien significativo. En cáncer de mama, un 80% de las mujeres diagnosticadas siguen vivas después de 5 años. Y este 80% nos pone en unas cifras de curación más altas de Europa, y hablamos de Mallorca. A veces la gente piensa que tiene que ir a Pamplona, a Madrid, a Barcelona… pero aquí obtenemos este alto porcentaje de curación

–¿Se debe a causas ambientales o al tipo de atención que reciben?

– Creo que hay dos motivos: por un lado el diagnóstico precoz, Mallorca tiene un programa específico; y por otro, porque los tratamientos van mejorando y tenemos buenos profesionales en toda la isla y esto ayuda a tener estas cifras tan buenas.

–¿Qué incidencia tiene el cáncer en Balears?

– En Balears, según datos de registro de tumores, se diagnostican aproximadamente unos 2.700 casos nuevos cada año, de los cuales 1.600 se dan a hombres y 1.100 a mujeres. Si hacemos un análisis de riesgo de sufrir cáncer antes de los 75 años, uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres podrá llegar a desarrollar un cáncer, pero hay que insistir, porque alguna gente se asustará, en que estas cifras van acompañadas de una valoración de esperanza, porque muchos se pueden curar y para los que no se pueden curar cada día tenemos nuevos tratamientos que nos permiten dar supervivencias más largas y, sobre todo, con más calidad de vida. Y eso es fundamental cuando hablamos de esta enfermedad. Hay que luchar para alargar vida y la calidad de vida.

– ¿Y la incidencia del cáncer infantil?

– No tengo estas cifras, pero hay que decir que así como un 50% de los adultos se curan, en el caso del cáncer infantil se curan más del 80%. Es horroroso porque un diagnóstico así tiene un impacto emocional muy importante, pero las cifras de curación son muy altas.

– ¿Cuándo se puede decir que una persona ha superado un cáncer?

– Depende de cada cáncer. Se habla de cinco años, pero algunos que si a los dos o tres años no han vuelto a salir podemos decir que están prácticamente curados. Luego hay otros que necesitan un seguimiento casi de por vida. Pero a nivel estadístico se habla de los cinco años. Lo que está claro es que según pasan los años el riesgo va disminuyendo.

– ¿Está aumentando la incidencia del cáncer debido al ritmo de vida que llevamos?

– El ritmo de vida influye sobre todo a determinados cánceres. Pero también es verdad que vivimos más, y el cáncer se liga a la edad y cuando más vivimos más cáncer hay. No es solo que determinados estilos de vida son muy negativos, aunque mira el tabaco, es un claro factor de estilo de vida con un gran impacto: es el responsable de más de un tercio de todos los cánceres. Si conseguimos quitarlo, cuando la gente lleve 20 años sin fumar un 30% de los cánceres no se producirán.

– ¿La ley antitabaco servirá realmente para algo?

– Yo soy una firme defensora de la ley. No fumo y además soy oncóloga y creo que sí servirá. Ha habido una reacción negativa, pero yo no creo que a medio y largo plazo esto haga daño a los negocios. Al revés, de hecho creo que se valorará el poder ir a un restaurante y comer sin tener que oler el tabaco del que está al lado. Además, ha dado un empujón positivo a aquellos que tenían previsto dejarlo o querían intentarlo.

–¿A nivel médico cuándo empezaremos a ver resultados?

– Es difícil. Cuando una persona deja de fumar el riesgo de que haya un cáncer no se vuelve a igualar con los no fumadores hasta que han pasado diez años. Si hablamos de ver un impacto de la ley ligado al tabaco, antes de 10 años no lo veremos. Ahora, si hemos de ver una disminución del porcentaje de fumadores yo creo que en un año o dos veremos cómo baja. En España creo que es menos del 30% de gente fumadora. La mayoría de gente no fuma, ¿por qué le damos entonces tanta importancia a la prohibición de fumar?

– ¿Si te ha de tocar un cáncer, por más que hagas por prevenir, te toca?

– Creo que no es así. Es evidente que hay gente que lleva una vida sana y a pesar de eso tiene un cáncer. Ahí es cuando viene el ´por qué me ha tocado a mí´. Yo siempre lo veo al revés. El cáncer nos puede tocar a todos, es una lotería. Lo que no tenemos que hacer es comprar números. Si hay una serie de factores que aumentan el riesgo de cáncer lo que no tenemos que hacer es exponernos. Nos puede tocar, sí, pero no compremos más números. Sólo por el hecho de haber nacido ya puede tocarnos. Pero no cojamos más.

– ¿Qué falso mitos se asocian al cáncer?

–Los dos más negativos son: el cáncer es igual a muerte y el cáncer es igual a sufrimiento. Cáncer no siempre es igual a muerte ni a sufrimiento. Incluso en aquellos casos en los que la enfermedad puede generar sufrimiento las personas han de tener en cuenta que hay muchísimos profesionales, no sólo oncólogos, también médicos de cabecera y especialistas que están ahí para que haya el menor sufrimiento posible. Son mitos negativos que tenemos que ir rompiendo.

– ¿Internet contribuye a crear aún más mitos?

– Se nota que la gente busca muchas cosas sobre el cáncer en internet. Es una herramienta buenísima porque da información a profesionales y no profesionales, pero también puede hacer mucho daño cuando la gente busca sin saber lo que busca ni dónde lo busca. Se puede encontrar informaciones falsas y muy negativas, incluso irreales. Creo que cáncer es, después de sexo, la palabra más buscada en internet. Y hay páginas que dan información muy buena y otras que dan información terrible, que hace mucho daño a la gente porque o asustan de más o dan falsas expectativas. Hay muchas páginas que anuncian medicamentos que dicen que curan el cáncer y esto hace daño. Y a nosotros nos viene gente con páginas de internet y nos dice ´mire lo que he visto´. Nuestro trabajo es hacerle entender a esta persona que los profesionales llevamos muchos años trabajando, formándonos y estudiando, y siempre se supone que nuestras decisiones estarán más basadas en certezas que las de una persona que ha buscado algo por internet. Si hay que mirar páginas de internet, que sean seguras, de sociedades médicas, de asociaciones de pacientes que realmente tengan un control de calidad detrás. Que no busquen páginas indiscriminadamente y que se fíen de unos profesionales que como mínimo llevan detrás 10 años de estudio.

– ¿Qué papel juega el lado emocional, el ánimo del paciente en su recuperación?

– Por un lado, hay un mensaje de que si la gente tiene una actitud de lucha y positiva ayuda a superar la enfermedad. Yo no sé si ayuda a superarla, pero ayuda a vivirla mejor. Es importante que todos los pacientes tengan un apoyo emocional de los médicos y de los especialistas. Todos los hospitales de Mallorca tienen psicólogos para atenderlos y algunos tienen psiconcólogos, gente muy formada que puede ayudar mucho a llevar bien esta parte emocional, a él y a su familia.

– ¿Cómo decirle a alguien que tiene cáncer?

– No es fácil. Hace más de 25 años que soy médica y hace más de 20 años que soy oncóloga y sigue siendo lo que más me cuesta porque a nadie le gusta dar una mala noticia. Se han de saber dar, por eso es importante que los profesionales nos formemos en este sentido. Es evidente que no hay que hacerlo bruscamente, si no de manera progresiva. Primero hay que saber qué sabe el enfermo y qué es lo que quiere saber. Siempre se dice que el paciente tiene derecho a saber la verdad,claro que sí, pero también tiene derecho a no querer saber, o a saber parcialmente. Y aquí entra el trabajo de los profesionales, de los psicólogos, de ver hasta dónde quiere saber el enfermo e ir diciéndoselo de forma progresiva, al ritmo que lo pueda asumir. Decir mentiras no, porque antes o después el enfermo sabrá lo que le pasa. Y cuando vea que le han engañado pasará lo peor: perderá la confianza en todo el mundo y ya nunca te volverá a creer.

- ¿Qué se les dice a los pacientes para los que no hay esperanza? ¿O es que siempre la hay?

– Si hablamos de esperanza de curación, no; no siempre la hay. Hay pacientes que ya de entrada sabemos que no podremos curarlos. Pero yo diría que siempre tiene que haber una esperanza de ayuda y de mejora. Siempre hay motivos para la esperanza entonces, aunque la esperanza no sea la curación. Cuando no hay posibilidad de curación, se ha de trabajar muy bien con el enfermo, con la familia, que es quien mejor le conoce. Es una cosa progresvia. Los psicólogos nos ayudan mucho en esta labor. Cada persona es un mundo. Hay enfermos que te lo piden muy claramente y quieren saber la verdad ya, y con otros es más progresivo.

– ´Eres un cáncer´. Este insulto se oye cada vez más.

– Esto es terrible. De hecho, la Sociedad Española de Oncología Médica está haciendo una campaña con un título así como ´no es una larga enfermedad, es un cáncer´. Lo que se quiere es desterrar el mito de que no podemos hablar de cáncer claramente. Por otro se pide a la RAE que elimine del diccionario la acepción que relaciona el cáncer con cosas malas. Se ha de trabajar en este sentido para que no se diga ´que la corrupción es un cáncer del sistema´ o que ´la guerra es el cáncer de nuestra civilización´. No, la palabra cáncer se ha de usar para lo que es: una enfermedad. Siempre podemos hacer un trabajo positivo. Hemos de desterrar del lenguaje esta acepción negativa.

– ¿Cuáles son los tipos de cáncer más frecuentes en Balears?

– El de colon y recto es el más frecuente.

– No se habla mucho de este cáncer.

- Es verdad. Diría que se habla poco porque encontrado a tiempo el porcentaje de curación es muy alto y cuando la enfermedad está avanzada tenemos tratamientos muy eficaces, es lo que nos pasa un poco también con el de mama, que es el más frecuente en las mujeres. El de pulmón es el tercero.

– ¿Cuál es el que tiene un índice más alto de mortalidad?

– El de páncreas. Por suerte es poco frecuente pero todavía no hemos podido avanzar todo lo que quisiéramos. Además, hay otros cánceres que te avisan muy pronto, te dan síntomas en fases muy iniciales, pero en cambio hay otros que no te avisan.

– ¿Es útil la vacuna de cáncer de cuello de útero?

– La vacuna protege contra la infrección por papiloma. Prácticamente casi todos los casos de cáncer de cuello de útero son por esta infección, por lo que la vacuna previene más de un 80% de las infecciones y entonces evitamos un porcentaje de cáncer de cuello de útero. Pero también es verdad que esta es una de las comunidades donde aparece con más frecuencia esta cáncer, porque está ligado a la promiscuidad sexual, entre otras cosas, y aún así en Mallorca sólo se diagnostican 40 casos al año. De cáncer de mama diagnosticamos más de 300. Por otra parte, es muy fácil hacer prevención porque si todas las mujeres en el momento en el que empiezan a tener actividad sexual se hacen citologías, la posibilidad de detectar una lesión premaligna es altísima. ¿La vacuna es eficaz? Sí, es eficaz en prevenir un 80% de las infecciones. ¿Es un coste beneficioso? Eso es por lo menos dudoso.