El patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, anunció ayer el paso previo a la suspensión de pagos de diez de sus grandes empresas, lo que afectará a seis hoteles de Mallorca, que adquirió el empresario jerezano en los últimos años en la isla.

La familia Ruiz-Mateos compró alojamientos turísticos en la isla a través de la firma Hoteles Agrupados S.A. (Hotasa), que cuenta con seis hoteles en Mallorca y uno en Menorca. Se trata de los establecimientos Eurocalas y Samoa, de Calas de Mallorca; Santa Fe, Sarah y Clumba Mar, de Can Picafort; Beverly Playa, de Peguera; y Sea Club, de Cala en Forcat, en Menorca. La mayor parte de estos hoteles son de tres estrellas, excepto el Clumba Mar y el Sea Club, que cuentan con cuatro.

La familia Ruiz-Mateos se ha acogido al procedimiento especial que permite la Ley Concursal por la que se otorga un plazo de hasta cuatro meses para negociar con los deudores un plan de pagos y evitar así entrar en concurso de acreedores.

Entre las diez de sus principales empresas que han iniciado la suspensión de pagos se encuentra el grupo hotelero Hotasa del que Ruiz-Mateos compró diversos alojamientos. También adquirió la empresa Quesería Menorquina.

La deuda bancaria de las empresas propiedad del grupo Nueva Rumasa asciende a 700 millones de euros y la mayor parte corresponde a la decena de empresas que se han acogido al procedimiento especial para evitar el concurso de acreedores, tal como explicó ayer en rueda de prensa el empresario Ruiz-Mateos, acompañado de sus hijos.

El Grupo Rumasa compró en mayo de 2009 dos hoteles de Can Picafort, el Clumba Mar y el Sarah, que eran propiedad, entre otros, del actual presidente del Mallorca, Jaume Cladera. Según fuentes consultadas por este diario, Rumasa adquirió estos establecimientos hoteleros asumiendo una deuda de millones de euros. El empresario José María Ruiz-Mateos se comprometió a pagar 2,4 millones de euros a Jaume Cladera y a sus socios. En la actualidad se calcula que ya están pagados más de 900.000 euros.

Las inversiones del empresario jerezano en el sector hotelero de la isla se remontan a los años ochenta, época en la que ya era propietario del grupo Hotasa. El entonces ministro de Economía, Miguel Boyer, y el titular de la cartera de Industria, Carlos Solchaga, ordenaron la expropiación de los bienes de este grupo empresarial, cuyo agujero patrimonial superaba los 1.500 millones de euros. En los ochenta, el grupo Rumasa disponía de más de treinta establecimientos hoteleros pertenecientes a Hoteles Agrupados S.A. (Hotasa), de los que diez estaban ubicados en Balears y cinco de ellos estaban situados en la costa mallorquina: Los Mastines, Los Chihuahuas y Los Canarios, en Calas de Mallorca y los Tordos y Los Mirlos, en Palmanova.

El grupo turístico Sol Melià, de la mano de su presidente, Gabriel Escarrer, adquirió estos hoteles del grupo Hotasa. En 2005 José María Ruiz-Mateos regresó a la isla y adquirió establecimientos de esta marca. Se trataba de dos alojamientos de tres estrellas en Mallorca: el hotel Santa Fe, en Can Picafort, y el Aparthotel Eurocalas, en Calas de Mallorca.

El empresario jerezano prosiguió sus inversiones en Mallorca cuatro años después con la adquisición de los establecimientos hoteleros Clumba Mar y Sarah, situados en Can Picafort. En su estrategia de captación de nuevas compañías y propiedades, Nueva Rumasa ya había comprado la fábrica el Caserío de Menorca.La familia Ruiz-Mateos aseguró ayer que este inicio del concurso de acreedores no afectará a la actividad de las empresas ni al patrimonio de Nueva Rumasa, que asciende a 6.000 millones de euros, a los puestos de trabajo ni a los 5.000 inversores.

La organización sindical UGT mostró ayer su indignación porque Rumasa no ha hablado todavía con los trabajadores pertenecientes a la empresas afectadas y CCOO exigió la "intervención intensa" de las instituciones en Nueva Rumasa. Por su parte, el president del Govern, Francesc Antich, mostró por la mañana, antes de que se declarase el concurso de acreedores, su preocupación por la situación de incertidumbre en la que ya se encontraba desde hace un tiempo Quesería Menorquina.