China tiene el monopolio de los materiales estratégicos a nivel mundial y ello puede encarecer de forma importante las nuevas tecnologías en los próximos años. Es el problema de las llamadas ´tierras raras´ que proporcionan la mayoría de materiales para la fabricación de componentes de aparatos tecnológicos y de la automoción. La conferencia de ayer en el Club Diario de Mallorca trató sobre esta problemática coyuntural que en los próximos años puede dar muchos quebraderos de cabeza a las potencias mundiales.

El profesor en geología Jesús Duque, acompañado por Miquel Àngel Grimalt, director del Banco Banif Baleares, fueron los encargados de explicar como se mueve el mercado de las tierras raras.

"En los últimos meses ­–comentó Duque– China ha restringido un 35% la aportación de estos materiales a los fabricantes y con este recorte no se cubren las necesidades para la fabricación de componentes para coches híbridos, pantallas planas, móviles, fibra óptica, entre otros utensilios para las nuevas tecnologías. La única solución es que Europa y Estados Unidos reabran las minas para evitar que la tecnología mundial esté en manos de los chinos".

El profesor de geología relató que en los años 90 Estados Unidos, Europa y Rusia dejaron de producir los materiales estratégicos que dan las tierras raras por su gran impacto ambiental. Poco a poco China asumió el mercado y en estos momentos controla cerca del 97%.

Las tierras raras son un grupo de 17 metales con propiedades únicas utilizados de manera cada vez más masiva por la industria de la innovación y de la alta tecnología. Se encuentran en láseres, teléfonos móviles y pantallas de cristal líquido. Asimismo, las baterías de los vehículos híbridos, los paneles soldares y las lamparas de bajo consumo los utilizan. Son el neodimio, disprosio o el terbio. Nombres del todo desconocidos pero que la mayoría de personas utilizan de forma diaria.

Duque explicó que se está experimentando en substitutos de material sintético pero las investigaciones "no avanzan y faltan varios años para conseguir un rendimiento similar. Hasta que ello ocurra es preciso abrir las minas del resto del mundo".

Miquel Àngel Grimalt comentó que desde el punto de vista financiero veremos un encarecimiento importante de los aparatos de alta tecnología a raíz de la restricción de China. "Tenemos un problema de tiempo hasta que consigamos los substitutivos. En estos momentos China ya está intentando que la producción de estos aparatos fabricados con materiales estratégicos se implante en su territorio. Ello sería problemático para la economía mundial".

Jesús Duque comentó también que Japón está realizando sondeos en otros planetas para ver si encuentra estos materiales estratégicos. En una década se ha pasado de utilizar 40.000 toneladas a las 120.000 actuales.