La crisis está haciendo que miles de jóvenes isleños que habían conseguido independizarse se estén viendo obligados a regresar a casa de padres por falta de recursos económicos. El último estudio del Observatorio Joven de Vivienda en España (Objovi) pone en evidencia que la cifra de emancipados de 18 a 34 años se ha recortado en Balears en 19.000 personas en sólo un año, una situación que alcanza su mayor dureza entre las clases más desfavorecidas económicamente, según coinciden en señalar tanto la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, como el presidente del Consejo de Estudiantes de la Universitat, Gabriel Rul.lan.

El Objovi destaca en su último estudio que al cierre de junio del pasado año la cifra de jóvenes emancipados (con residencia fuera de su hogar de origen) en el archipiélago ascendía a 139.785, exactamente 19.000 menos que un año atrás. Y esa caída ha provocado que las islas hayan pasado a ser la autonomía con la tasa de jóvenes independizados más alta de España (un 58,3% del total en 2009) a descender hasta el tercer lugar (con un 51,7%, porcentaje superado ahora la Comunidad Valenciana y La Rioja).

El paro y el recorte en los ingresos de los menores de 35 años están en el origen de este fuerte descenso, aunque la causa no es única. La más común es la pérdida del salario y la necesidad de volver al domicilio de los progenitores. Uno de estos casos es expuesto por el presidente de los estudiantes de la UIB: "Tengo un amigo que tras algunos años trabajando consiguió acceder a una hipoteca junto con su novia para comprarse un piso. Pero al no poder hacer frente a los gastos, se ha visto obligado a alquilar esa vivienda para pagar el crédito y a volver a vivir con sus padres".

Este es uno de los muchos casos que se han dado en las islas y que, tal y como destaca la consellera de Asuntos Sociales, tiene un especial impacto precisamente sobre las clases más débiles económicamente, en muchos casos con padres que también se han visto abocados al desempleo y que no pueden ayudar a sus hijos a seguir pagando los gastos de su vivienda, lo que les obliga a volver a acogerlo en casa.

Fina Santiago recuerda que Balears venía siendo la comunidad con la tasa de emancipación juvenil más alta de España, un hecho provocado tanto por la rapidez con que se incorporaban al mercado laboral, con un porcentaje de abandono de estudios igualmente alto, como por la intensa llegada de extranjeros, muchos de ellos menores de 35 años y que habían abandonado el hogar de sus padres para venir a España.

Y la crisis se ha cebado sobre estos colectivos, ya que tanto los inmigrantes como los jóvenes de baja cualificación se han estado moviendo mayoritariamente en un mercado laboral de bajos salarios y precariedad en la contratación, con un importante volumen de horas extras muchas veces sin cotizar, que ha hecho que sus reservas económicas sean muy escasas. Y al perder el trabajo, muchas veces con prestaciones por desempleo bajas o nulas, el mantener su independencia se hace inviable.

También los estudiantes se ven afectados, según destaca Gabriel Rul.lan. Sobre este punto, señala que la cifra de jóvenes que eligen cursar sus estudios universitarios fuera de las islas se ha visto apreciablemente reducida, ya que muchas familias ya no pueden costear los gastos que supone ese desplazamiento, por lo que se opta por matricularse en la Universitat balear.

Pero el informe del Objovi pone de relieve otro factor: la cifra de jóvenes inmigrantes con menos de cinco años de residencia ha pasado en un año de 42.796 a 32.700. Y este grupo de la población se caracteriza por una elevadísima tasa de emancipación.

Una parte de este colectivo ha podido retornar a su país de origen, pero Santiago también apunta que otros probablemente han salido de Balears para buscar un empleo en otras regiones españolas o en otros países europeos.

Y hay otro factor a tener en cuenta, como es que las personas emancipadas que dejan la categoría de jóvenes no son sustituidos en la misma medida por los que cumplen 18 años, ya que si de algo ha servido la actual crisis es que está aumentando también el grupo de chicos que opta por seguir con sus estudios en lugar de buscar un empleo y, consecuentemente, mantiene la residencia con sus padres.

Un factor a destacar es la diferencia entre hombres y mujeres. Estas últimas han registrado también un fuerte recorte en sus tasas de emancipación, pero su porcentaje (55,8%) es superior al de los varones (47,8%) por la mayor cualificación femenina, lo que facilita una mayor estabilidad laboral, según pone de relieve la consellera de Asuntos Sociales.