El presidente del Fomento, Pedro Iriondo Blanch (Palma, 1941), es hijo de mallorquina y de pelotari vasco. Lleva más de cuarenta años en el sector. Ha presidido la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares (AVIBA) y es el fundador y director general de Viajes Kontiki.

—Usted pertenece al club de fumadores de puros Epicur, ¿la ley antitabaco les baja los humos o les enciende los ánimos?

—Nosotros creemos que fumar un puro es un placer especial; no es lo mismo que un cigarrillo. Un puro requiere fumarlo sentado después de una buena comida. El 99% no se traga el humo del puro, disfruta con su aroma. La Ley es demasiado severa.

—Entre los integrantes de Epicur figura el ex presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Joan Verger. ¿Fuma más desde que se desató la investigación policial en el puerto?

—Nos reunimos una vez al mes. Hace dos o tres meses que no viene. Pagamos la cuota y cada uno va cuando lo desea. Verger fuma igual que siempre.

—Ovidio Andrés, dueño de una de las empresas on-line más pujantes de Mallorca, sostiene que la isla carece de marca. Mientras a Eivissa se la reconoce por la juventud y la fiesta, Mallorca adolece de identidad.

—Nuestra marca es más extensa que la de Eivissa y sus fiestas nocturnas y discotecas. En Mallorca no necesitamos ningún tópico de ese tipo. Ofrecemos tal variedad de posibilidades al turista que si dedicamos mucha atención a un segmento, parece que menospreciaríamos al resto.

—¿Hacen más daño los precios de bares y restaurantes que el todo incluido?

—Creo que hacen bastante daño los precios de quienes aprovechan la temporada alta para hacer el año. Una de las bases de nuestro crecimiento turístico entre ingleses y escandinavos fue la bebida barata, además del paisaje y las playas. Un buen balance entre lo que se da y lo que se cobra es muy importante.

—La Federación Hotelera propone expropiaciones forzosas para los establecimientos turísticos que no se modernicen. ¿Respalda esta idea?

—No podemos tener en un núcleo turístico un edificio en ruinas que ofrece un mal aspecto y que, además, puede ser un nido de okupas y animales.

—Visto que las administraciones carecen de recursos, ¿el sector privado debe aportar fondos para estas expropiaciones?

—Toda Mallorca es el sector turístico, no sólo hoteleros, agentes de viajes, restauradores, dueños de discotecas, etc. Es muy complejo que el sector privado ponga dinero. ¿Qué porcentaje? ¿Cómo? Este dinero tiene que salir del Govern. El sector privado ya colabora con los impuestos que paga. Al turismo hay que dedicarle la importancia que tiene. Parece que es una cosa pasajera pero constituye la base de nuestro sustento.

—Con la cantidad de aerolíneas low cost y agencias de viaje on line, ¿los empresarios turísticos han perdido el control sobre los viajeros?

—El modelo turístico nos está cambiando. La forma de comercialización ha variado. Las compañías low cost están confundiendo al consumidor con precios bajos, aunque al final no todos viajan tan barato. Estas compañías no ofrecen la mejor imagen que quisiéramos tener, como ocurría cuando existían las de bandera Iberia, British Airways... Esas aerolíneas ofrecían unos estándares de calidad y de seguridad. Buena parte de las low cost reduce el servicio al mínimo. El segmento de grupos de convenciones e incentivos, que nos llenan las temporadas media y baja, no quiere viajar con ellas debido a sus técnicas de venta. Si llevas a 200 personas de tu empresa a un hotel de lujo no las puedes trasladar en una compañía aérea donde sufres empujones.

—La tercera compañía de Mallorca es Ryanair, que trae a muchísimos turistas. El proceso es imparable.

—Sí, pero hasta que deje de serlo. Han entrado en el mercado abaratando costes, haciendo campañas, engañando a la gente porque el precio no incluye todos los extras. Son poco fiables. Cuando hay un problema se retiran y dejan a la gente colgada. Para la idea que tenemos en Mallorca de traer un turismo de mayor calidad, las bajo coste nos hace un flaco favor. Nosotros vemos con buenos ojos el caso de British Airways que viajará tres o cuatro veces desde el aeropuerto central de Londres. No obstante, hay compañías denominadas low cost que en mi opinión no lo son, como Air Berlin, que nos da servicio y calidad

—El diario sensacionalista The Sun publica esta semana que Mallorca será el destino predilecto para quienes carecen de liquidez. ¿Nos perciben como un destino baratero?

—Esto siempre ha sucedido. En Alemania decían que a Mallorca venían a veranear las mujeres de la limpieza. En la época de Jaume Cladera, la Conselleria y el Fomento iniciaron campañas en prensa y consiguieron cambiar la imagen de Mallorca. Este invierno ha sido malo pero, pasada la crisis, esto puede repuntar otra vez.

—¿El Fomento del Turismo está a punto de morir?

—No. A lo largo de sus 105 años ha atravesado momentos mejores y peores. Nuestra base es que somos una entidad independiente cuyo fin es promocionar el turismo hacia Mallorca.

—A la cena de Navidad no acudieron el presidente del Govern ni la presidenta del Consell.

—Esto ha ocurrido muchas veces. No siempre han venido a las cenas. Me molestó que no estuviera el president porque había confirmado la visita y la canceló un día antes porque tenía la cena de una ONG. El evento goza de suficiente importancia para contar con el president. En esa cena se premia a empresas y personas que han destacado en pro del turismo.

—Tampoco asistió el presidente del PP, José Ramón Bauzá. ¿Le dolió?

—Se lo dije personalmente. Se disculpó. Aunque me molestó, creo que tenemos el apoyo del PP desde siempre.

—También faltaron representantes de las grandes cadenas.

—Había varias empresas importantes. En los últimos diez años no viene mucha gente de las grandes cadenas hoteleras porque se encuentra de viaje. Hay que tener en cuenta que el 80% o el 90% de su negocio se halla fuera de la isla. Sin embargo, les interesa Mallorca y apoyan al Fomento.

—Si el Govern o el Consell no colaboran económicamente con ustedes, ¿qué harán?

—Siempre hemos sido un foro de opinión y un lobby en pro del turismo. Ahora me ha tocado vivir lo peor porque desde que accedí al cargo se ha creado la Fundació Mallorca Turisme (entidad del Consell de Mallorca dedicada a promocionar Mallorca).

—La Fundación del Consell cumple los mismos objetivos que ustedes.

—No. Cada uno tiene su cometido. Nuestra misión estaba centrada en cuatro o cinco temas puntuales que, con aportaciones del Govern, todo el mundo entendía que eran necesarios y nadie cubría: el programa ´Un invierno en Mallorca´ (actividades culturales en zonas turísticas en temporada media y baja); limpiezas de miradores y playas; el centro internacional de prensa; etc.

—El Consell de Mallorca y la conselleria de Turismo no parecen muy dispuestas a inyectar más fondos en el Fomento.

—No inyectan dinero en el Fomento, sino en actividades que el Fomento concierta con ellos. Tenemos las cuotas de 1.000 socios, entre particulares y empresas. Con estas cuotas cubrimos el personal, la sede, el centro de prensa. Esto lo mantendremos y continuaremos como un lobby turístico. No podremos hacer las otras actividades puntuales, como ´Un invierno en Mallorca´, si la Conselleria no quiere pagar. Serán las zonas turísticas las que se quejen de que este año no haya nada.

—Pero, ¿las administraciones les han dicho si colaborarán con ustedes?

—Estamos en un impasse. Las administraciones no tienen dinero. Han cancelado la mayor parte de sus presupuestos. No han hecho las promociones que deberían, empezando por Nadal hasta 24 cosas más. La Fundación Turisme Mallorca tampoco tiene presupuesto. No han dicho nada sobre ´Un invierno en Mallorca´ a partir del 1 de enero. Estoy cansado de preguntarles qué hacemos.

—¿Qué presupuesto propio maneja el Fomento?

—Para el mantenimiento de la entidad disponemos de cerca de 100.000 euros.

—¿Por qué no se integran en la Fundació Turisme Mallorca como promovió su antecesor Álvaro Middelmann? De esta forma unirían esfuerzos.

—Lo siento, soy mallorquín y llevo más de treinta años en el Fomento. Hemos hecho muchísimas cosas y lo que no puedo, ni yo ni los socios, es que la finalidad del Fomento se cambie porque se van a traspasar las competencias al Consell. Nosotros somos privados. No somos políticos.

—Como lobby, ¿qué papel jugarán ante las elecciones?

—Lo que queremos es que el Govern dé al turismo la importancia que requiere. Parece que está como olvidado. El turismo es el pobre de los presupuestos. Quieren hacer un tranvía a s´Arenal ¿a quién vamos a llevar si el turismo se acaba? ¿Es normal que la Conselleria tenga un agujero de 47 millones de euros? ¿Es normal que se den 12 millones para una plataforma informática para comercializar productos? ¿Tiene que venir la Administración a decirle al sector privado cómo tienen que vender? Ahora la defensa del catalán. De acuerdo, hay que defenderlo, pero han dedicado 12 millones para la normalización lingüística...

—Parte del agujero de 47 millones viene de lejos. ¿Por qué no levantaron la voz cuando no se utilizaban bien los recursos del antiguo Ibatur?

—Sí que lo hemos dicho. Yo me he cansado de decirlo.