Ángel G.P., un antiguo chófer de campaña electoral de UM, declaró ayer al juez del caso Maquillaje, la presunta trama de corrupción en torno a instituciones gobernadas por dicho partido, que fondos del Consell sirvieron para pagar asados y concursos de misses de la Casa Argentina, eventos donde se pidió el voto para los candidatos nacionalistas.

El testigo y su esposa, Elvira A., que también prestó declaración en la misma condición, facilitaron muchos datos sobre una presunta red liderada por Josep Lliteras, director general de Relaciones Institucionales, y dedicada a captar votos entre la colonia de emigrantes argentinos de Mallorca.

Los declarantes explicaron que Jorge Mandado, el presidente de la Casa Argentina e imputado en el sumario por presunta malversación de caudales y otros delitos, formaba parte de ese grupo, dirigido en último extremo por Lliteras, representado por los letrados Mateo Sedano y Matías Barón.

Otros integrantes del colectivo argentino, entre ellos una empleada del Consell de Mallorca, colaboraron en aquellas tareas electorales, que, básicamente consistían en organizar los típicos asados y otras fiestas, como la elección de Miss Balear-Argentina, para pedir el voto a UM.

Expediente falso

La fiscalía anticorrupción sospecha que Lliteras y otros altos cargos del Consell de Mallorca gobernado por UM falsificaron un expediente de unos 12.000 euros para pagar con fondos públicos esos y otros actos de la campaña electoral de 2007.

El expediente sirvió teóricamente para dar cobertura a la organización de unas conferencias, con aperitivos incluidos, que Mandado tenía que haber impartido entre el colectivo latinoamericano. El líder argentino, defendido por Ricard Mesquida, ha confesado que nunca dio esas charlas, que fueron ficticias y ha empezado a devolver el dinero cobrado del Consell por ese trabajo.

Jorge Mandado ha señalado que él hizo de enlace entre sus paisanos y otros emigrantes y UM (Lliteras), pero ha matizado que nunca se dedicó a buscar sufragios.

Los dos testigos, por el contrario, sostuvieron ayer que el presidente de la Casa Argentina sí recabó el voto en aquellos eventos y pagó comestibles y menaje para la fiesta de Miss Balear Argentina en un establecimiento mayorista facturando los gastos al Consell.

Ángel G. también reveló que UM le hizo un contrato verbal como chófer de un coche de propaganda electoral. "Cobré, junto con otros chóferes, 900 euros que me dieron en un sobre por ese trabajo". Según Elvira A., Lliteras nunca pidió el voto en las fiestas.

La pareja manifestó que les prometieron puestos de trabajo por su colaboración en la campaña electoral. La mujer de Ángel G. trabajó un año en Emaya enchufada por UM. Fuentes de ese partido han asegurado que Ángel G. les pidió un empleo insistentemente y no se lo dieron y que creen que actúa por despecho.