Investigadores de los centros oceanográficos de Balears y Canarias, en colaboración con el instituto de investigación marítima portugués, han encontrado larvas de gamba roja en el mar balear 50 años después de su primera descripción, según se informó ayer desde el ministerio de Ciencia e Innovación, desde donde se destacó el carácter excepcional de este hecho. También se han podido constatar las migraciones verticales de cientos de metros que realizan las pequeñas gambas de apenas dos milímetros.

Este hallazgo se ha producido al analizar las muestras de zooplancton recogidas durante las campañas Tunibal, entre 2001 y 2005, y ha sido publicado en el último número de la revista Marine Biodiversity Records.

La gamba roja es una especie de crustáceo que se encuentra en el Atlántico oriental, desde Portugal hasta las islas de Cabo Verde, y en todo el mar Mediterráneo, donde constituye un recurso de muy alto valor comercial. En concreto, desde el Ministerio se recuerda que en Balears supone el 5% de las capturas de la pesca de arrastre y hasta el 30% de su valor de primera venta. Además, es capaz de vivir en una amplia gama de profundidades, ya que tolera variaciones amplias de presión.

Por contra, la distribución espacial de las etapas larvarias de esta especie era hasta ahora prácticamente desconocida. La larva de gamba roja fue descubierta y descrita por primera vez a mediados del pasado siglo por la investigadora tunecina Jeanne Heldt, a partir de muestras de plancton obtenidas al sudeste de Mallorca, sobre los fondos de pesca de la gamba roja. Desde entonces no se habían vuelto a citar larvas de esta especie en el mar balear, ya que sólo se conocían otras dos capturas, una en la bahía de Argel, en 1971, y otra frente a las costas portuguesas en 1993.

Proyecto Tunibal

Este hallazgo se ha producido al analizar las muestras conseguidas en las campañas estivales de investigación oceanográfica que se llevó a cabo entre 2001 y 2005, en el marco del proyecto Tunibal que lideró el Instituto Español de Oceanografía. En estas campañas se tomaron numerosas muestras en el mar balear coincidiendo con el periodo de reproducción de la gamba roja, que fueron analizadas por especialistas.

Si se tiene en cuenta que estas larvas sólo mide dos milímetros, desde el ministerio de Ciencia e Innovación se califica de "sorprendente" la migración que realizan, al descender centenares de metros y moverse desde las zonas más iluminadas a las más oscuras y desde las capas más cálidas a las más frías y profundas del Mediterráneo.

Otro aspecto que se subraya es que este hallazgo ha permitido relacionar la presencia de larvas con su hábitat y las condiciones oceanográficas, lo que representa el primer paso que "permitirá establecer un modelo de dispersión y reclutamiento de larvas de gamba roja en el Mediterráneo desde sus principales áreas de concentración de reproductores y puesta, que viene determinado por la presencia de aguas mediterráneas y las corrientes oceánicas en el área", según sugieren los autores del estudio publicado.