· Hablarles despacito, de forma clara y precisa. "A comer", "a jugar"...
· Utilizar agendas visuales, dibujos, fotos, que les ayuden a mejorar su comprensión de lo que va a ocurrir
· Ayudarles, dándoles ayuda física o verbal para desarrollar nuevas acciones
· Presentarles modelos claros para que aprendan a imitar nuestros movimientos, nuestras palabras y nuestras conductas
· Secuenciar los aprendizajes: de lo más fácil a lo más difícil
· Comprender que su ritmo de aprendizaje y su tiempo de desarrollo cumple otros patrones diferentes a los habituales
· Implicar a las personas significativas del entorno como abuelos, hermanos o amigos para que actúen como agentes del desarrollo
· Ponernos en su lugar, comprender sus dificultades, quererles mucho en su peculiar manera de ser, de sentir, de hacer
· A los progenitores: pedir ayuda, exponer las necesidades y dejarse guiar