El doctor Bartomeu Massutí, jefe del servicio de Oncología del Hospital General de Alicante y secretario del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, desvela unos cuantos secretos acerca de este tumor asociado al hábito de fumar que, cuando menos, tendría que hacer reflexionar a muchos adictos a la nicotina. Como por ejemplo que el cáncer de pulmón es prácticamente indetectable hasta su fase expansiva porque es asintomático y que uno de cada dos fumadores morirá por alguna enfermedad asociada a su consumo.

–¿Cuánto tiempo necesita un ex fumador para erradicar el riesgo de padecer un cáncer de pulmón?

–Un fumador que, por ejemplo, haya fumado a lo largo de los últimos veinte años necesitará al menos quince para reducir el peligro de desarrollar un cáncer de pulmón al nivel normal de la población teniendo en cuenta además que un tercio de los españoles fuma. El riesgo del tumor es proporcional al tiempo de exposición al humo del tabaco.

–¿Por qué no es posible un diagnóstico precoz de este cáncer?

–Porque no presenta síntomas específicos más allá de cansancio, tos...

–Pero, ¿ante qué síntomas me recomendaría acudir a un especialista si soy fumador?

–Ante un aumento de la tos de manera continuada durante tres o cuatro semanas, dolor en el pecho o una pérdida del apetito. También es preocupante una expectoración con sangre, aunque este es un síntoma más tardío. Ante estos cuadros, yo acudiría a un especialista para que los valorase.

–¿Y los tac no se podrían generalizar y avanzar en el diagnóstico precoz?

–Son muy caros e implican una dosis de radiación significativa. Es cierto que detectan lesiones en los pulmones de menos de un centímetro, algo que no puede hacer una simple radiografía. El problema es que puede detectar un nódulo pero luego hay que hacer cirugía torácica. Y a uno de cada cinco pacientes a los que se somete a esta intervención, la lesión finalmente no era un tumor. Pese a que en Estados Unidos se ha hecho algún estudio con un gran número de pacientes, en Europa no es esperable que se generalicen estas pruebas.

–¿En qué consiste la cirugía?

–En extirpar parte del pulmón y los ganglios que están al lado.

–Una vez diagnosticado el cáncer, ¿qué posibilidades hay de curación?

–Entre el 70% y el 75% de los casos que se detectan ya están más allá de la fase de la cirugía torácica, único tratamiento curativo. Del 30% de los pacientes que pueden pasar por el quirófano se puede aventurar un porcentaje de curación que oscilará entre el 55% y el 60%.

–¿Y si la solución quirúrgica ya no es posible?

–Hay que recurrir a la quimioterapia y a la radioterapia, que produce efectos secundarios y que no se puede aplicar combinadamente a aproximadamente el 25% de los pacientes por la presencia de enfermedades asociadas al tabaquismo como pueden ser la bronquitis crónica o los problemas circulatorios. Y entre un 15% o un 20% de los pacientes que son sometidos a quimioterapia y radioterapia se les puede reducir el tumor y mantenerlo así el máximo tiempo posible. En estos casos, estadísticamente se considera un paciente curado a aquel que sobrevive más de cinco años. Pero todo varía dependiendo de sí el tumor ha salido o no del tórax.

–¿Qué ventaja ofrecen los nuevos tratamientos biológicos que se están desarrollando?

–Los tratamientos biológicos, a diferencia de los tradicionales que destruyen todas las células, actúan sobre determinadas células para impedirles crecer. Se trata de hacer una identificación genética del tumor. Pero estos tratamientos sólo se pueden aplicar a uno de cada cinco pacientes.

–¿Cuánto puede alargar la vida de un paciente someterse a este tratamiento?

–Bueno, con los tratamientos convencionales de radio y quimioterapia la mediana de supervivencia es de un año. Con los tratamientos biológicos se puede alargar al doble, dos años.

–Entonces el futuro pasa por ellos...

–Es el gran debate que está abierto en estos momentos en Europa. Hablamos de tratamientos muy caros y nos encontramos en una situación de crisis económica con graves problemas para financiar la sanidad pública. Todo dependerá de la calidad de vida de la que disfruten los pacientes en este año de más. Si de este periodo tan sólo disfrutaran en buenas condiciones dos meses, probablemente no se considere rentable y no se incluirá en la cartera de servicios de la sanidad pública. Pero hay que tener claro que, en Occidente, una de cada cuatro personas fallecerá de algún tipo de cáncer sencillamente por el hecho de que ahora vivimos más.

–¿Cuáles son los cánceres más frecuentes?

–El de pulmón, el de mama, el de colon y el de próstata, pero con diferencia el de pulmón es el de peor tratamiento. Provoca tantas muertes como el de mama y el de colon juntos. Y, pese a que hay el mismo número de casos anuales de cáncer de colon que de pulmón, éste último le dobla en mortalidad.