La crisis financiera que arrasa la economía desde 2008 solo ha tenido un efecto claramente positivo para los ciudadanos de a pie: la bajada de tipos de interés que hace ya dos años redujo a mínimos históricos el coste de las hipotecas. El alivio aparecía justo cuando más lo necesitaba el todavía ahogado presupuesto de las familias. O no. Porque con la caída de tipos los prestidigitadores de las finanzas se sacaron de la chistera otro truco para hacer realidad una vez más aquello de que la banca siempre gana: inventaron una cláusula que fijaba un interés mínimo en caso de que los tipos bajasen y la incluyeron en miles de hipotecas. ¿Resultado? Como por ensalmo, cientos de hogares mallorquines se quedaron sin disfrutar de la única ventaja para el bolsillo que ha ofrecido la crisis que no cesa. Al menos hasta ahora, porque una sentencia favorable a la Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc) declara abusiva la cláusula suelo y abre la puerta a la devolución del dinero que bancos y cajas han obtenido por la vía del exceso, según los tribunales. La delegada en Balears de Ausbanc, Isabel Martorell, explica las opciones que los tribunales dan a los hogares que aún pagan de más con cada letra de la hipoteca.

–Empecemos por el principio: ¿Cuándo detectan estas cláusulas suelo?

–En octubre de 2009 empezamos a recibir consultas sobre hipotecas que no bajaban pese a la acusada reducción de tipos de interés que se había producido. Los clientes con hipoteca seguían pagando lo mismo, pero los tipos bajaban y bajaban. ¿Qué sucedía? Empezamos a mirar los casos y nos encontramos que, sobre todo en escrituras formalizadas en 2008 y en 2007, aparecían estas cláusulas suelo: un punto del contrato hipotecario que te compromete a pagar un interés mínimo por el préstamo aunque los tipos de interés caigan más que ese mínimo.La banca a través de estas cláusulas te hace renunciar a las bajadas de interés.

–Me llaman la atención los años en los que empiezan a detectar esas cláusulas suelo: 2007 y 2008, meses antes de que la economía saltara por los aires por la crisis financiera que aún vivimos.

­–Sí, antes de 2007 no se utilizaban, y menos de forma general. ¿Qué sucede? Que los bancos y cajas eran plenamente conscientes de que iban a bajar los tipos de interés y de que, cuando eso sucediera, no iban a hacer el negocio que tocaba con sus hipotecas y préstamos. Así que diseñaron estas cláusulas suelo con las que se aseguraban la ganancia.

–Vaya, que contra lo que se hizo creer a la ciudadanía, los bancos sabían la que se avecinaba y seguían dando créditos a gente que no podía pagarlos. Vieron o intuyeron lo que venía y siguieron a lo suyo...

–Bueno, hay un informe del Banco de España en 2009 que analiza perfectamente lo ocurrido en los meses anteriores y explica cómo en el primer trimestre 2007 la crisis financiera empieza con las hipotecas subprime en Estados Unidos. Y los bancos lo sabían ya entonces. Pero aún así empieza una crisis financiera que se contagia a Europa. Hay incluso informes públicos de entidades como el BBVA, que es una de las demandadas por sus cláusulas suelo, en los que reconocían que iban a bajar los tipos de interés. Es decir: la situación era plenamente conocida por la banca, que era consciente de que iban a bajar los tipos y se cubrió las espaldas con estos intereses mínimos a aplicar en caso de bajada de tipos.

¿Engañaron entonces a sus clientes?

–Eeeh [sonríe, duda y mide sus palabras]. Digamos que se protegieron de lo que estaba por venir y blindaron los beneficios de su negocio, que son los créditos.

–¿Informaron adecuadamente a los clientes de estas cláusulas suelo recién generalizadas por ellos mismos, o eran parte de la letra pequeña de la hipoteca?

–La sentencia que ahora nos da la razón aborda de forma particular esta cuestión: dice que no es una cláusula negociada, sino que es una condición general de la contratación. Se ha podido demostrar que se ha puesto de forma generalizada por esas entidades dentro de las hipotecas.

–O traducido a consecuencias...

–Traducido: que el cliente no lo ha pactado ni negociado, sino que se ha incluido la cláusula suelo sin contar con él. La sentencia considera así que es una condición general de la contratación y declara el suelo una cláusula abusiva.

–¿Lo hicieron todos los bancos y cajas?

–Cuando empezamos a recoger hipotecas para poner las demandas comprobamos que estas cláusulas las tienen todas las entidades, así que decidimos plantear batalla legal por dos vías. Una es la que da esta primera sentencia, que condena a BBVA, Caixa Galicia y Cajamar a eliminar la cláusula suelo de las hipotecas a partir de ahora. Es decir, no sería retroactivo, no se recuperaría el dinero que se ha pagado de más por una cláusula considerada abusiva. Por eso tenemos un segundo frente judicial abierto. Este segundo proceso, que sigue su curso en tribunales de Madrid, ya no busca la cesación de la cláusula suelo, como en el primer caso en el que ya nos han dado la razón, sino la nulidad y la devolución de las cantidades que los clientes han pagado de más estos años.

–Supongo que el objetivo es ese: que los clientes recuperen el dinero que les han cobrado con una cláusula abusiva.

–Sí, pero con esta sentencia que ya declara abusiva la cláusula estamos en condiciones de empezar a reclamar a las entidades estas cantidades. Por eso es tan importante. Y eso es lo que estamos haciendo ahora: reclamar estas cantidades. Otra cosa es que ellos [bancos y cajas] no nos quieran devolver el dinero desde el momento en que empezó a aplicarse el suelo, pero se les va a reclamar ya a todas las entidades.

–¿Y qué posibilidades de éxito ven?

–Hasta ahora ya hemos dado un paso muy importante, sobre todo porque había un informe negativo del Banco de España, que decía que era muy malo para el sistema bancario que no se pudieran aplicar los suelos en las hipotecas. Bueno, pues los tribunales no lo ven así, y como siempre tiene que ser la Justicia la que pone orden y dice que es una cláusula totalmente abusiva.

–Recomiendan entonces reclamar a los bancos y cajas, por lo menos para que dejen de aplicar los suelos, que como seguimos con tipos bajos, aún cargan cada mes las hipotecas de cientos de mallorquines.

– Sí, recomendamos a quienes estén afectados por cláusulas suelo que reclamen ya la devolución de las cantidades a todas las entidades. Y después, si se ven con fuerzas, poner la demanda de devolución de las cantidades cobradas con esta cláusula abusiva. Con esto pasa algo parecido a cuando los bancos aplicaron aquel redondeo al alza a su favor: al final tuvieron que devolver las cantidades.

–Ya, pero aquí hablamos de mucho más dinero. Y en un momento delicado para muchas familias con hipoteca.

–Sí, es más dinero. Es que el Euríbor ha estado a 1,24% y hemos encontrado suelos al 5,5%. Las tres afectadas por esta sentencia tenían: BBVA un 3,25% y un 3,5%, Caixa Galicia un 2,75% de suelo y Cajamar, 3,25%. Hay que tener en cuenta que nos encontramos con dos acciones de la banca que tienden hacia lo mismo: por un lado, las cláusulas suelo y, por otro, las permutas financieras , los seguros hipotecarios, los SWAPs. Solo de SWAPs nos están llegando cada semana siete u ocho reclamaciones. Y a muchos clientes los bancos les han vendido una hipoteca con suelo y además con seguro (SWAP), con lo que se quintuplica el pago en concepto hipotecario.

–¿Cómo es el proceso para recuperar el dinero? ¿En el momento en el que reclamas tienes que seguir la vía judicial o con esta sentencia el banco dejará de aplicar el suelo cuando se le pida?

–Dependerá de lo que quiera cada entidad. Algunas pactarán reducir el suelo en vez de meterse en pleitos con sus clientes y otros, directamente eliminarán el suelo.

–Y por dar un consejo práctico: si tengo una cláusula suelo, ¿qué he de hacer para que me la dejen de aplicar?

–Tiene que escribir una carta de reclamación dirigida al director de la sucursal o a los servicios jurídicos. Es mejor no mandarla a atención al cliente, porque nos van a enredar dos meses. En la carta se da expresamente un plazo de ocho días para que nos hagan el reintegro de todas las cantidades. Pero nada de darles más plazo de ocho días, porque no nos interesa que la cosa se alargue. Y a partir de que pase ese plazo de ocho días, si no nos han devuelto el dinero, pues plantearse poner la demanda. Lo que se buscará con estas demandas es que primero me dejen de aplicar el suelo y, luego, que me devuelvan todo lo que han cobrado con la cláusula abusiva.

–Suena a bastante dinero.

–Sí, lo es.