Ana Zacher, la responsable del área de juego del Govern balear, afirmó ayer que en su departamento "no queríamos atacar a los ancianos que juegan al bingo, sino defenderlos de gente sin escrúpulos", refiriéndose a determinadas personas que organizan las partidas. Zacher, que en los próximos días abandonara su cargo, se muestra muy decepcionada con la actuación en este tema de su jefa política, la consellera Pilar Costa, porque "no ha aclarado lo que tenía que aclarar". La funcionaria explicó que ella no era partidaria de que la Policía entrara en los locales de ancianos el sábado día 22. "El jefe de servicio, Miquel Vidal, y yo les comunicamos a nuestros jefes que no era oportuno que la Policía entrara en estos locales. La conselleria dispone de un servicio de inspección suficiente para comprobar qué tipo de juegos se desarrollaban en estos clubes". Sin embargo, estos consejos no fueron atendidos por los superiores (no apunta nombres) y se decidió pedir a la Policía que interviniera los juegos de bingo. "Acaté órdenes de mis superiores, pero sugerí a la Policía que actuara con prudencia". Por tanto, Ana Zacher quiso dejar ayer muy claro que la decisión de entrar en estos tres clubes no fue suya, sino de los responsables políticos de la conselleria.

"Hacerme responsable"

"Me quieren hacer responsable de una decisión que no fue mía, sino de mis jefes. La consellera Costa debería haber aclarado esta situación públicamente, y no lo ha hecho", afirma.

Una vez ya intervenidos los juegos de bingo en estos tres clubes, la responsable del juego recibió la visita de siete socios que le explicaron que detrás de este caso se estaba produciendo el presunto enriquecimiento ilícito de los organizadores de las partidas, y dijeron que estaban obteniendo unas ganancias próximas a los 15.000 euros cada mes. En ese momento, y ante las pruebas que estaban aportando estas siete personas, el departamento del juego decidió poner estos hechos en conocimiento de la Policía. Zacher explicó que el viernes por la tarde, sobre las cuatro, el director general, el dimitido Sebastià Amengual, habló por teléfono con la consellera Costa, que se encontraba en Eivissa, para comunicarle que habían acordado acudir a la Policía con toda la documentación. "Costa pidió que le pasaran el expediente. Una hora más tarde llamó para decirnos que antes de presentar la denuncia debía valorar la situación y que esperáramos hasta la semana siguiente". Sin embargo, ni el director general ni ella consideraron adecuada la decisión de la consellera y decidieron entregar la documentación a la Policía ese mismo día. "Es una aberración jurídica plantearse que unos hechos delictivos vayan a ser valorados por los políticos antes que por los jueces. La conselleria es depositaria de una denuncia y su obligación es trasladarla de inmediato a las autoridades, no esperar a que un político decida cuando debemos informar a la Policía", aseguró. A pesar de que su decisión no coincide con el criterio de la consellera Costa, no se arrepiente de su actuación. "Presentar la denuncia fue iniciativa mía y volvería a hacerlo de nuevo si se plantea otra vez la misma situación".

Zacher confirmó que en los próximos días abandonara su puesto en el área de juego para ocupar otro cargo, pero aclaró que esta decisión es muy anterior a la polémica surgida tras la intervención en los clubes de la tercera edad.