Dos aspectos resultaron especialmente llamativos en la reunión celebrada ayer en la federación de Palma. El primero fue el reconocimiento por parte de su presidenta, María Teresa Ratier, y de otros responsables de barriada de que en unos pocos clubes se han venido realizando importantes apuestas con el correspondiente beneficio para sus dirigentes, a los que se acusó además de estar provocando que "paguen justos por pecadores". Y en segundo lugar, la férrea defensa que algunos participantes realizaron de la Policía Nacional y de los agentes que entraron en los locales de dos de estas asociaciones, al considerar que actuaban bajo las órdenes de "los políticos".