José Ramón Bauzá quiso dar una imagen de tranquilidad al término de la polémica reunión. Intentó vender la imposición de María Salom al margen de la crisis abierta, y aseguró que todo había ido sobre ruedas. ¿Discrepancias? Ninguna. "El ambiente ha sido el propio de una junta, donde siempre se ha propiciado el debate". Aseguró que "no pierde nadie, y gana la sociedad". Y sobre el portazo de Pastor, se limitó a señalar: "Es un activo importantísimo para el partido, con una proyección extraordinaria".