El padre Manolo Haro no ocultó ayer su indignación ante el hecho de que el club de la parroquia de Son Cotoner sufriera la intervención policial el pasado sábado, con el correspondiente quebranto para los ancianos que se encontraban en el local, para que ahora la conselleria de Interior anuncie que da su visto bueno a esta actividad. "Nos podrían haber ahorrado el susto", subraya, y considera que antes de haber aplicado un control "tan drástico" se debería de haber investigado si las denuncias presentadas estaban bien fundadas. El padre Manolo aseguró que nadie se ha lucrado con las partidas de bingo celebradas en la calle Francesc Martí i Mora, y que estos fondos han ayudado a mantener unas instalaciones que disfrutan tanto los ancianos como los niños que acuden los sábados al club existente en la parte trasera del local.

Por otro lado, desde esta asociación se aseguró que se va a reclamar la inmediata devolución del equipo de bingo que se llevó la Policía Nacional y de los 22 euros que se requisaron, y se reconoció que no se ha esperado a la autorización del Govern para volver a jugar, ya que las partidas se retomaron el mismo miércoles.