El juez de instrucción 2 de Palma, Juan Ignacio Lope Sola, interrogó ayer al ex gerente del Ibatur en el anterior Govern del PP, Juan Carlos Alía, en prisión preventiva por varios supuestos delitos, sobre las facturas de gastos particulares en el club de alterne Rasputín de Moscú pagadas por la conselleria de Turismo.

Alía, defendido por José Ignacio Herrero, fue excarcelado ayer por la mañana para ser preguntado sobre su breve etapa como gerente del Ibatur, entre 2003 y 2004. El hoy imputado tuvo que dimitir como responsable del Ibatur tras conocerse que ese organismo había pagado las facturas del Rasputín como si fueran gastos del viaje oficial a Moscú.

En aquella expedición participaron, además de Alía, Jaume Matas y Joan Flaquer, president y conseller de Turismo respectivamente del PP, así como Carlos Delgado, alcalde de Calvià y otros altos cargos y dirigentes del PP.

En su día los intentos de denunciar por la vía penal el caso no prosperaron. Ayer, siete años después, la abogada del Govern María Ángeles Berrocal preguntó a Alía sobre aquellos gastos.

Alía, Joan Flaquer, y Miguel Ángel Bonet, el asesor jurídico del Ibatur defendido por Gaspar Oliver, están encausados ahora en el caso Ibatur.

Bonet está acusado de prevalerse de su posición en el organismo oficial de la conselleria de Turismo para desviar fondos públicos a su bolsillo simulando que parientes y otras personas allegadas habían hecho pequeños trabajos para el Ibatur.

Alía explicó al juez Lope Sola que cuando ocurrió lo del Rasputín él era el gerente del Ibatur y Bonet ya era el asesor legal de dicho instituto. "Las facturas del viaje a Rusia llevaban mi firma y se las pasé para firmar a Bonet". En su día Alía explicó que se equivocó al pasar gastos particulares al Govern debido a que los tiques y otros resguardos estaban escritos en ruso.

Ayer el encausado relató cómo él había pagado con antelación aquellos gastos. "Al regresar a Palma se los pasé a Bonet, ya firmados por mí y para ser archivados dentro de la documentación del viaje de promoción turística a Moscú", recordó el declarante.

El ex gerente del Ibatur aseguró que tenía la máxima confianza en Bonet, al que encomendó, como asesor jurídico laboral, encargarse de todos los asuntos legales del Ibatur. Alía, que ayer presentaba un evidente deterioro físico tras llevar desde el 17 de julio en la cárcel de Palma, dijo que firmó los documentos que le pasaba el asesor debido a que se fiaba plenamente de él. Bonet se habría aprovechado de esa relación para colar sus facturas falsas, según añadió Alía, quien ayer volvió a prisión.