El Govern balear ha dado oficialmente su beneplácito para que los clubes de pensionistas puedan jugar al bingo, incluidos los dos locales a los que los inspectores autonómicos y la Policía Nacional retiró estos juegos. La única condición expresada por la consellera de Interior, Pilar Costa, es que estas partidas se desarrollen con "sentido común", es decir, que no se apuesten grandes sumas de dinero y que no exista un lucro personal.

La consellera realizó estas declaraciones tras la reunión mantenida con el presidente de la federación de jubilados y pensionistas de Balears, Rafael Verger, y en la que participaron también el secretario de relaciones institucionales de esta organización, Pere Felip, y el director general de Interior, Sebastià Amengual.

La urgencia del Govern por dejar atrás la polémica abierta tras retirar los bingos de dos asociaciones de personas mayores era patente. Desde el primer momento la consellera Costa quiso dejar claros dos puntos: su departamento no ha abierto la ´caza´ de los pensionistas que juegan al bingo, sino que sólo ha actuado a instancia de denuncias, y en ningún momento se ha planteado prohibir esta actividad, sino que se podrá mantener siempre y cuando se practique con mesura.

La consellera admitió que la legislación vigente no marca estos límites de forma clara, pero consideró que si el cartón se vende a cinco, diez o veinte céntimos, y los beneficios que se obtienen se destinan a cubrir gastos de la asociación y no a lucrarse, esta actividad es totalmente permisible. Sin embargo, advirtió de que si se producen nuevas denuncias, el personal de su departamento se verá obligado a realizar nuevas inspecciones. En cualquier caso, afirmó que por ahora no hay ninguna otra actuación prevista.

Pilar Costa pidió "disculpas" por "si las formas fueron desproporcionadas" y si se generó una excesiva alarma durante los controles, y aseguró que está dispuesta a revisar el proyecto de Ley del Juego que se está tramitando en las islas, por si su redactado se puede mejorar para dejar más claro que el juego por entretenimiento en este tipo de centros sociales está permitido.

En cualquier caso, señaló que los dos locales a los que se les requisó el material de los bingos podrán recuperar esa actividad de forma inmediata, y adelantó que sus expedientes se intentarán resolver con la máxima celeridad, ya sea para determinar si existió alguna falta o para darlos por sobreseídos.

Por su parte, el presidente de la federación balear de pensionistas valoró la "buena disposición" de la Conselleria para aclarar esta situación, y anunció que todos los clubes de personas mayores van a seguir jugando al bingo "con sentido común", como lo han hecho "durante los últimos 20 años".

Según Rafael Verger, los fondos que se consiguen con estas partidas se destinan siempre a financiar excursiones, meriendas o los gastos de la electricidad, por citar algunos ejemplos.

Por otro lado, el delegado del Gobierno, Ramon Socias, ha pedido que se permita a los ancianos jugar a bingo en los centros para mayores "sin ser criminalizados", porque considera que no se trata de un delito que cause alarma social.

Socías deja solo al Govern

El delegado del Gobierno ha recordado que el Cuerpo Nacional de Policía solo ha actuado contra los centros de ancianos en virtud de un requerimiento de ayuda de la conselleria de Interior, tras denuncias de la las patronales de salas de bingo ASBA y AESBI.

Socias ha manifestado que entiende que pueda haber asociaciones que representan intereses del juego que se sientan molestos por las partidas de bingo que se realizan en locales de la tercera edad, pero ha afirmado al respecto: "Creo que nuestros mayores se han ganado el derecho a poder jugar a bingo sin ser criminalizados".

"Las cosas deben ponerse en su justa medida", ha reclamado Socias. "Yo creo que la Policía Nacional está para perseguir delincuentes y un tipo de delitos que creen alarma social y jugar a bingo en un club de la tercera edad no crea ni alarma social ni es un peligro para la sociedad", ha añadido.

El delegado del Gobierno ha insistido en que los cartones que se venden a 5 o 10 céntimos "no son un peligro para las arcas de las asociaciones de bingueros" y ha defendido la importancia de que se produzca un cambio en la legislación que permita "este tipo de distracciones" a los mayores.

"Hay otros lugares interesantes de investigar en el juego clandestino pero no creo que se encuentren en hogares de la tercera edad", ha insistido Socias, quien ha explicado que en cuanto tuvo conocimiento de la actuación habló con el presidente del Govern, Francesc Antich, y con la consellera Pilar Costa "para poner sensatez".

Socías ha incidido en que cualquiera tiene derecho a poner una denuncia "y en este caso las asociaciones que defienden los intereses de salas de bingo lo pueden denunciar, pero debe imperar el sentido común y hay que dejar a los mayores disfrutar un poco".

Ante estos incidentes, el PP ha reclamado la comparecencia de la consellera Pilar Costa en el Parlament para que dé explicaciones, mientras que Esquerra Unida ha calificado de "ridículo de Estado" las intervenciones realizadas en los clubes de la tercera edad.