La promoción inmobiliaria de Mallorca se encuentra prácticamente en estado de hibernación. En los primeros nueve meses de este año se han visado en el Colegio de Aparejadores de la isla 784 viviendas para ser construidas en el futuro, una cifra que no supone ni tan siquiera una décima parte de las que se preparaban en el momento en que máxima actividad en el sector. Como ejemplo, en 2007 el número de residencias visadas durante ese mismo periodo alcanzó las 8.355.

El que fuera presidente del citado colegio profesional y actualmente responsable de su centro de estudios, Jaime Gibert, no oculta la enorme gravedad de un descenso tan acentuado, tanto por lo que respecta a la caída de actividad en los despachos de arquitectos y aparejadores como en el conjunto del empleo en la construcción.

El presidente de la asociación balear de promotores, Gabriel Oliver, reconoce también que prácticamente todos los proyectos se mantienen paralizados, y subraya que esta situación se va a mantener mientras siga existiendo un importante stock de inmuebles sin vender, aunque en su opinión se puede vaticinar un cambio de tendencia a partir de finales del próximo año.

Desde la patronal de constructores también se lanza un mensaje pesimista debido a que a esta falta de actividad en la edificación privada se va a sumar el anunciado recorte en la inversión pública, lo que puede implicar nuevos incrementos del desempleo en un sector que ya ha sido especialmente golpeado por este problema.

Esta caída en la actividad de las empresas promotoras se hace aún más patente si se tiene en cuenta que de las 784 viviendas visadas durante los nueve primeros meses de este año, 283 son unifamiliares, es decir, residencias que suele encargar directamente el que va a ser su propietario y que luego no saldrán a la venta. En cuanto al resto, 481 corresponden a pisos en edificios, y 20 a adosados.

Situación por municipios

Un aspecto especialmente llamativo es que poblaciones de la importancia de Inca, Alcúdia, o la misma Calvià presentan un volumen de inmuebles visados que se puede considerar puramente simbólico. En el caso de este último municipio, únicamente se han proyectado entre enero y septiembre 32 chalés y ningún edificio de viviendas. En Inca aparecen once residencias repartidas en tres edificios y un chalé, mientras que Alcúdia sólo presenta 10 viviendas unifamiliares.

En el caso de Palma, sus cifras son de 254 viviendas repartidas en 42 edificios a las que se suman21 chalés y seis adosados, mientras que en el caso de Manacor aparece una actividad proporcionalmente muy superior a la del resto de municipios, con 56 pisos distribuidos en 12 edificios, 27 unifamiliares y dos adosados.

También es destacable el caso de aquellos núcleos en los que no aparece ni un inmueble visado en estos nueve meses, como son Búger, Santa Eugènia, Puigpunyent, Costitx, Escorca, Estellencs o Maria de la Salut.

Los datos facilitados por el Colegio de Aparejadores de Mallorca muestran que no únicamente se están dando menos proyectos para la edificación de viviendas, sino que además éstos son mucho menos ambiciosos.

En 2006, los edificios de pisos que se visaban tenían una media de nueve inmuebles en su interior, mientras que en estos momentos esta cifra ha caído hasta los cuatro. Menos edificación y mucho más pequeña.