La persona que en la pasada legislatura ocupaba el puesto de jefa de contabilidad en el Ibatur explicó ayer al juez que investiga la presunta trama de corrupción en la conselleria de Turismo, Juan Ignacio Lope Sola, que en su departamento nadie controlaba los gastos y que si hacía falta más dinero para promociones fuera de los presupuestos se pedía. Según la testigo, el Ibatur, Instituto Balear de Turismo, siempre ha sido deficitario en todas las legislaturas por esa política de gastar el dinero que fuera necesario.

El juez Juan Ignacio Lope Sola, el fiscal anticorrupción Juan Carrau y la abogada en nombre del actual Govern María Ángeles Berrocal, interrogaron ayer a otros tres empleados del Ibatur. Uno de los citados, el jefe de informática, declaró el pasado 30 de junio en calidad de imputado en la Jefatura Superior de Policía, pero ayer lo hizo como testigo.

Los empleados del Ibatur están coincidiendo en señalar que sus jefes en el Ibatur, los gerentes Alía y Alabern, y el asesor jurídico Bonet, defendido por Gaspar Oliver, eran los que ordenaban a quiénes se les tenía que adjudicar los contratos mayores y menores y cómo se tenían que fraccionar y pagar esos servicios. No obstante, la jefa y otra empleada de contabilidad, sostuvieron que ellas únicamente comprobaban las facturas que justificaban los gastos reclamados por los proveedores y les daban curso.

El encargado de los catering

Los tres testigos fueron preguntados acerca de algunos llamativos pagos efectuados a determinados proveedores en la anterior legislatura, especialmente a agencias de publicidad, empresas de servicios informáticos y Kamai Dorai, imputado en el sumario y que se ocupó de coordinar los catering servidos en diferentes ferias turísticas.

Sobre Dorai, existen las sospechas de que pudo inflar facturas y de que cobró cuantiosas sumas simplemente por mediar entre el Ibatur y las empresas de catering.

La esposa de Dorai también aparece en el sumario y las dos empleadas de contabilidad fueron interrogadas por las sumas pagadas a esta señora y por el concepto de aquellos gastos. En la causa existen correos electrónicos sobre problemas con facturas de la pareja.