Los pescadores de Baleares podrán llevar turistas en sus embarcaciones con el desarrollo del llamado "turismo marinero", una especialidad en la que Galicia ha sido pionera y que ahora llega a las islas, donde se ha incluido en el borrador de la ley de pesca.

Compartir una jornada de pesca en una embarcación de arrastre, visitar una lonja, conocer in situ el trabajo de los "mestres d'aixa" (carpinteros de ribera) o participar en el marisqueo son algunas de las actividades que incluye esta especialidad de la que se ha detectado una importante demanda potencial en Baleares.

La directora general de Pesca, Patricia Arbona, explica que este turismo incluirá "desde visitas a zonas pesqueras, lonjas, pesquerías y restaurantes que utilizan producto pesquero local hasta lo que se conoce como 'pescaturismo' que consiste en embarcarse y poder acompañar a un pescador profesional y ver cómo practica la pesca".

Sobre esta última opción, Arbona señala, en declaraciones a Efe, que "hay una fuerte demanda del sector, sobre todo por parte de algunas cofradías en concreto que tienen características especiales al estar en zonas protegidas o tener solo embarcaciones de arte menor como puedan ser las de la Colònia de Sant Jordi o Formentera".

De hecho, es frecuente que los turistas se acerquen a las embarcaciones y pidan a los pescadores que les dejen acompañarles, algo que por ahora no está permitido.

El secretario general de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Toni Garau, confirma dicho interés, pero puntualiza que los profesionales no entienden el turismo pesquero "como una actividad que sustituya la pesca, sino como algo complementario".

La directora general de Pesca considera que "tanto la 'pescaturismo' como el turismo marinero tienen un gran potencial" y con la inclusión de este concepto en la ley de pesca, el Govern quiere "garantizar o proteger que la actividad la desarrollen pescadores profesionales".

Según explica Arbona, la intención es evitar que ocurra como en sectores como el agroturismo o turismo rural, en el que han resultado más beneficiados los operadores turísticos que los payeses. "Queremos que quede como una actividad que tiene que desarrollar un pescador profesional, una cofradía o alguna asociación relacionada siempre con el sector", puntualiza.

El secretario general de las cofradías baleares advierte de que su aplicación "será dificultosa, sobre todo al principio", por cuestiones de seguridad y señala que las embarcaciones que deseen practicar esta especialidad deberán atenerse a las condiciones que estipula el Ley de Pesca Sostenible, cuyo anteproyecto aprobó el viernes el Consejo de Ministros.

Dicha norma fijará las condiciones para que puedan embarcar los turistas. "No es lo mismo que en un barco de artes menores vaya un solo tripulante que embarcar a tres o cuatro turistas porque hay que dedicarles unos espacios abordo, contar con balsas y aros salvavidas y otras consideraciones", señala Garau.

Arbona puntualiza que "la persona que va a bordo no pesca, solo va como observador y comparte una jornada de pesca profesional".

La directora de Pesca explica que el único obstáculo para su desarrollo es que la figura de la "pescaturismo" como tal no existía hasta ahora en la normativa estatal y tampoco en Baleares y no había sido autorizada por Capitanía Marítima que es el organismo que debe fijar las condiciones de seguridad y servicios obligatorios para que se puedan visitar las embarcaciones de pesca profesional.

"El primer paso para que esa actividad se pueda practicar y sacarla del limbo en el que está es definirla y crearla", señala Arbona, que es el objetivo de la ley autonómica de pesca que está tramitando el Govern y que la menciona expresamente.

El abanico de posibilidades que ofrece es muy amplio, como explica el secretario general de las cofradías insulares, que destaca la importancia que puede tener ofrecer a los visitantes "el espectáculo de la primera venta de los productos en la lonja", y propone crear centros de interpretación para explicar las mejores especies de Baleares y su relación con la gastronomía local.