Mallorca ha perdido ya el 13% de sus pequeños y medianos comercios desde que se iniciara la crisis económica en 2008 y la previsión es que de aquí a final de año "se pueda llegar al 16 %" de cierres comerciales, según explicó ayer el presidente de Pimeco, Bernat Coll, de acuerdo con los datos del informe económico de esta asociación correspondiente al primer semestre de 2010. Esto se ha traducido en una disminución de la ocupación en este sector del 8,5% en dos años, sumando los 1.700 empleos que se perdieron en 2009 y los 1.100 que han desaparecido en el primer semestre de este año. Para final de año, la destrucción de empleo desde que empezó la crisis podría alcanzar el 20%

Los primeros seis meses del año se han caracterizado por "la debilidad de la demanda" y ha seguido la dinámica de resultados negativos iniciada en 2008. "Estamos instalados en una rueda infernal de la que no sabemos si podremos salir", resaltó Coll. Agregó que aunque en el primer trimestre del año se produjo un "ligero rebrote de la confianza, este se ha disipado a lo largo del segundo trimestre debido a que, a pesar de "los esfuerzos del sector para ajustar los precios a la intensidad de la demanda", ésta sigue sin responder.

La disminución de los precios para estimular la compra, que se inició en otoño de 2008, "ha resultado ineficaz para reactivar el consumo" y el volumen de ventas de los comercios ha caído en un 14,5% desde que comenzó la crisis y, comparando el primer semestre de 2010 con el mismo período de 2009, se ha reducido en 40 millones de euros. El volumen de negocio en los seis primeros meses de este año ha sido de 1.453 millones de euros, lo que supone una disminución de 39 millones con respecto al mismo período del pasado año y de 248 millones en relación al primer semestre de 2008.

En total, desde 2008 han desaparecido 896 comercios minoristas en Mallorca, de los cuales 813 corresponden a empresas con menos de 10 trabajadores. De ellas, 697 eran empresas que tenían un máximo de dos asalariados y que, por lo tanto, son las que más han sufrido la crisis. En todo caso, la tendencia a la baja se da en todo tipo de comercios, salvo en los establecimientos al por menos no especializados. El que peor soporta la crisis es el comercio especializado en alimentación, bebidas y tabacos, del que han desaparecido el 16% de los establecimientos de Mallorca desde que comenzó la crisis. A él le sigue el de puestos de venta ambulante y mercadillos, el de uso de aparatos domésticos y el de venta de productos de tecnologías de la información y la comunicación.

Coll pidió al Govern que emprenda una "reorganización" de las políticas dirigidas al sector enfocándolas a "los profesionales y la modernización de los comercios", de tal modo que se destinen "más fondos para los comerciantes que para arreglar las calles comerciales", además de efectuar un "esfuerzo" para acabar con la venta ilegal. A ello sumo la necesidad de especialización y formación y una "mayor flexibilidad" horaria.