El desconcierto y la incertidumbre que pesan sobre una gran parte del clero mallorquín con el episcopado de Jesús Murgui viven estos días un nuevo capítulo, con marcado acento ideológico. El obispo acaba de nombrar a Eusebio Capel, vicario de Sant Francesc de Paula (la parroquia del barrio palmesano de Corea) y abiertamente conservador, como nuevo rector de Pollença, una parroquia considerada tradicionalmente como una de las mejores ´plazas´. La deja vacante Gaspar Montserrat, un cura tildado de progresista y de moral laxa, que ha decidido jubilarse a los 65 años para dedicarse a sus asuntos particulares, en un gesto inusual en los tiempos que corren (ante la escasez de vocaciones, los rectores en general suelen prolongar su edad de retirada).

Con la elección de Capel, los sacerdotes más aperturistas ya han sacado las uñas, especialmente los del arciprestazgo norte de la isla –conflictivo donde los haya–, temerosos del nuevo papel que pueda jugar en la zona. La alarma la ha provocado un comentario del propio Capel en su página web de Facebook (donde por cierto también afirma con orgullo haber sido "Jefe Provincial de la O.J.E.", la rama juvenil de la Falange española). En respuesta a un joven pre-seminarista que le felicita por el nombramiento, el nuevo rector le espeta: "El señor Obispo me ha encomendado Pollença y el Port... espero que Jesucristo me ayude y la Virgen María bendiga esta nueva etapa... más que nada, para hacer de escoba de toda la progresía que ha destrozado Mallorca".

La frase ha ultrapasado el ámbito de la conocida red social y circula vía correo electrónico entre muchos presbíteros de Mallorca. "Con este sujeto vamos para atrás", sentencia uno de ellos.

Según ha podido saber este diario, el propio Gaspar Montserrat tuvo conocimiento del ataque de su sucesor, de ahí que se despidiera en el oficio de la Patrona, el pasado 2 de agosto, con esta frase críptica, que muy pocos entendieron: "Pollencins, gracias, adiós ¡y no os dejéis dominar!". Montserrat ha recibido muchas críticas por parte de un sector de la feligresía más conservadora de Pollença, y desde la propia jerarquía eclesiástica, al opinar que se ha cargado costumbres religiosas y de culto arraigadas de antaño. A la cúpula de la diócesis tampoco le gustaba el tándem que había formado con el vicario del Port de Pollença, Antoni Pujol, quien al parecer ha estado a punto de colgar los hábitos, si bien le han convencido para que finalmente aceptara ser el nuevo párroco del Pla de na Tesa.

Sin embargo, Montserrat cuenta con el aprecio de los sacerdotes con ideas más avanzadas, que estos días le muestran su apoyo. "La culpa no es de Eusebio Capel, sino de los que le han enviado a Pollença. Le han aleccionado de verdad para que ´barra´ a los que pensamos de manera distinta a los que mandan", asevera un religioso conocedor de los entresijos de sacristía.

Más allá de la anécdota de la diatriba contra sus colegas ´progres´ en Facebook, el desencuentro entre Capel y Montserrat es representativo de las dos corrientes que pugnan en el seno de la Iglesia de Mallorca por hacerse valer. Según algunos curas consultados, Capel "es un protegido de Lluc Riera", el todopoderoso número 2 del obispo, y a decir de muchos, quien realmente dirige la diócesis. Estas fuentes añaden que Eusebio Capel fue invitado a abandonar el Seminario en tiempos del anterior prelado Teodor Úbeda, siendo rescatado en su madurez por el ahora vicario general Riera. Capel –cuya otra vocación es la lucha olímpica, deporte del que llegó a ser seleccionador nacional– forma parte de la hornada de ordenados por Murgui, cuya principal característica es ser "ultraconservadores", con la sola excepción del joven Xisco Vicens, nuevo vicario de Manacor. En línea con Capel, otro joven, el vicario del Port de Sóller, Jaume Mercant, es conocido por su defensa de la liturgia más tradicionalista.

En nuevo párroco de Pollença prevé tomar posesión el próximo día 29. Está por ver si las aguas ya se habrán calmado, o si por el contrario andarán aún más revueltas.