El que fuera político de Unió Mallorquina (UM) y del PP, abogado, catedrático y directivo del Real Mallorca, José María Lafuente López (Barcelona, 1921), falleció en el día de ayer. Lafuente se convirtió en muchos aspectos en un pionero: fue diputado al Parlament balear en la legislatura inicial (1983-1987) y primero en erigirse senador por designación autonómica, diputado balear en el Parlamento Europeo y decano de la Facultad de Derecho de Palma

Su vida, estrechamente ligada a Mallorca, no arrancó en la isla. Nació en Barcelona y su primera juventud estuvo marcada por la Guerra Civil. Para él fue una época "triste", pero también un "camino de formación" que sin la contienda fratricida "no hubiera tenido a los 15 o 17 años". De aquella época, recordaba, "no me quedó más remedio que cumplir con los deberes familiares y con el gusto de dejarle cada mes el sueldo a mi madre". Su padre, en el bando nacional, era miembro de la Comunión Tradicionalista (carlistas).

José María Lafuente López llegó a Mallorca en 1946 y un año más tarde comenzó a ejercer con un compañero en la calle Sant Sebastià y como catedrático en la Escuela Oficial de Comercio. Por esos años se incorporó en calidad de gerente al Correo de Mallorca, antecesor de DIARIO de MALLORCA. De la posguerra, recordaba la época que ejerció de abogado de uno de los clanes dedicados al contrabando. "Había mucha economía sumergida. Era una cuestión de fraude fiscal, la sociedad mallorquina no lo veía con malos ojos. El contrabando estaba muy arraigado. Había clanes y yo era el letrado de uno de ellos, el de A. O. [1911-1980]".

La recuperación económica del país coincidió con su incorporación al Real Mallorca. Era un aficionado desde la infancia: jugó con los infantiles del Español en su época del Barcelona porque "no era del grupo de los catalanistas". En el Mallorca formó parte de la junta directiva que logró el primer ascenso a la categoría reina, en 1960. Años más tarde, en la temporada 1978-79, regresó al club junto a Miguel Contestí. Fue una época dura. En 1991 tuvo la oportunidad de presidir el equipo en sustitución de Contestí. Su hijo José María le quitó la idea de la cabeza. "Papá, desde Bruselas [entonces ejercía de eurodiputado] no puedes dirigir un equipo que va a bajar a Segunda, creo que harás una barbaridad como un piano", le dijo. Lafuente regresó a la sala donde estaba reunida la junta directiva y declinó la invitación.

Pero antes de que eso ocurriera, participó activamente en la política mallorquina. Intervino en la fundación de UM y, en unas memorias suyas publicadas por este diario el año pasado, lo recuerda de esta manera: "UM la fundamos nosotros. Ahora contarán la historia que quieran, pero lo cierto es que se enfrentaron Rodríguez Miranda y Jerónimo Albertí. Un día comíamos en casa de Gabriel Escarrer [el dueño de Sol Meliá], que es su cuñado, y Jerónimo nos dijo: ´Estoy harto de este tío... voy a montar un partido´. Le dijimos que se necesitaba uno similar a Alianza Popular, con un matiz más nacionalista, no separatista".

También fue testigo directo de cómo se cocinó el primer Govern de Gabriel Cañellas. "En las elecciones autonómicas de 1983, el PSOE [su candidato era Félix Pons] y el PP [liderado por Cañellas] empataron en número de escaños, por lo que UM era el partido que decidía. Quien montó todo eso [el pacto entre PP y UM] fue el Grupo March. Con la fuerza de lo que representaba la casa March, dijo al go así como que Félix Pons debía tener paciencia, que ya tendría sus oportunidades, y que prefería que Cañellas y Albertí estuvieran al frente de Balears", rememoraba.

José María Lafuente López se definía como católico –"es una religión que ha mejorado el mundo pero todavía no ha logrado su objetivo"–, del PP –"aunque tener un hijo del PSOE se lleva muy bien en la familia"– y sobre la lengua, defendió el reconocimiento del catalán en el Parlamento Europeo, pero con matices –"No digo que no sea catalán lo que hablamos, pero es un catalán especial, un dialecto"–.

José María Lafuente López falleció el sábado a los 89 años de edad, dejando tres hijos. El velatorio tendrá lugar mañana en Son Valentí, de 10 a 13 horas.