Numerosos ayuntamientos españoles han decidido prohibir los velos integrales –el burka y el niqab– en todas las dependencias de ámbito municipal. Lleida fue la primera ciudad española que se sumó al veto, y le siguieron poblaciones como Tarragona, l´Hospitalet y Barcelona. Fuera de Cataluña, Caín, en Málaga, también lo proscribió. A finales de junio, el Senado aprobó una moción defendida por la líder del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, que instaba al Gobierno a prohibir el uso del burka y del niqab en los espacios públicos que no tengan finalidad religiosa. Además del PP, votaron a favor CiU y UPN. En el ámbito internacional, Bélgica ya ha prohibido su uso mientras que en Italia y Francia hace tiempo que se debate la medida.