El Tribunal Superior de Justicia de Balears ha anulado una orden de la conselleria de Educación que prohibía concertar más clases de Bachillerato y de Formación Profesional. La orden fue promulgada por el equipo de la entonces consellera, Bárbara Galmés, en diciembre de 2008 e inmediatamente fue impugnada por Escola Católica, la patronal mayoritaria de centros concertados de las islas, por considerarla "ilegal" e "discriminatoria".

En concreto, el texto prohibía la suscripción de nuevos conciertos y la renovación de los ya existentes en el tramo de la educación secundaria post obligatoria a partir del curso 2009/2010. Para declarar la nulidad de toda la orden, al TSJB le ha bastado apoyarse en uno solo de los argumentos expuestos por Escola Católica: que la normativa había sido aprobada sin haber pasado antes por el Consell Consultiu. "Ante la naturaleza jurídica de la orden era preceptivo que el proyecto pasase por Consell Consultiu", reza la sentencia, "(...) como este trámite necesario por ley se omitió la disposición general impugnada es nula de pleno derecho (...) sin necesidad de abordar los otros argumentos", concluye.

El objetivo de esta orden, según informó el que era por aquellos tiempos director general de Planificación y Centros, Miquel Martorell, era limitar la creación y renovación de conciertos porque en el curso anterior 3.826 plazas de Bachillerato habían quedado vacías.

El asesor jurídico de la patronal, Marc González, aseguró que la orden no era válida ya que contradecía una normativa de rango superior y porque, según indicaron en el recurso que presentaron, "no era competencia de la Conselleria dictar una disposición general sobre materia de conciertos ya que esta atribución es del Govern", argumentos rechazados por el TSJB.

Escola Católica se felicitó ayer porque los tribunales les hayan "vuelto a dar la razón" y emplazó a la Conselleria ahora dirigida por Bartomeu Llinàs a "volver al camino del diálogo", para que no sean los jueces los que tengan que corregir "lo que se hace mal".