Miguel Llabrés Feliu, uno de los principales constructores de Balears e imputado en el caso Bomsai, la presunta trama de corrupción en torno a equipamientos públicos promovidos por la empresa pública Caib Patrimoni, declaró ante la Policía que "era vox populi que el anterior president del Govern Jaume Matas tenía negocietes en Balears", relacionados con asuntos propios de la Administración Autonómica. Llabrés Feliu aseguró ignorar si, como postulan los investigadores del caso, sus empresas abonaron varios cientos de miles de euros a sociedades vinculadas al entonces director general de Emergencias del Govern Joan Pol, también encausado.

Llabrés Feliu forma parte del grupo de sociedades (UTE) a las que Caib Patrimoni adjudicó, el 22 de febrero de 2007, el concurso para construir, mediante el sistema de peaje en la sombra, el nuevo Parque Central de Bomberos de Palma. Las otras adjudicatarias fueron Gerens Management Group; Constructora San José S.A.; Estel Ingeniería y Gestión de Proyectos Balear (Grupo GPB).

Joan Pol formaba parte del consejo de administración de Caib Patrimoni. La fiscalía anticorrupción le imputa, entre otros delitos, cobrar sobornos de Llabrés Feliu y de Iturri S.A., una compañía sevillana que facturó 3 millones a la UTE del Parque de Bomberos. Iturri es una de las empresas españolas más fuertes del sector de la seguridad y las emergencias.

Pol, defendido por Gaspar Oliver, habría usado varias sociedades suyas, entre ellas Masal Urbis S.L., cuya propiedad compartía con su amigo Joan Mas, para recibir las presuntas dádivas, extremo que rechaza el ex alto cargo del Govern.

Llabrés Feliu fue interrogado acerca de sus relaciones con Joan Mas y de los pagos efectuados por su grupo a sociedades del segundo. El empresario aseguró desconocer por qué conceptos se abonaron varios cientos de miles de euros a Mas, aunque explicó que, "hace cuatro o seis años", estuvieron "negociando con él por un solar en sa Rapita".

El constructor fue interpelado acerca de Joan Pol y respondió que sabía que se relacionaba con Joan Mas y que tenían "negocietes".

Los fiscales anticorrupción Pedro Horrach y Miguel Ángel Subirán insistieron ante el empresario sobre los supuestos sobornos pagados a altos cargos del Govern. Miguel Llabrés rechazó saber nada de las comisiones a políticos, pero, en ese momento, sacó a relucir el nombre de Jaume Matas.

El empresario manifestó entonces que en la pasada legislatura era algo notorio los "negocietes" del president del Govern Jaume Matas.

"Era algo que se sabía en las tertulias y en los bares, era vox populi", apostilló el declarante.

Los fiscales preguntaron entonces al constructor si sus empresas habían pagado comisiones a políticos. Llabrés Feliu replicó que también había "oído comentarios" a ese respecto tanto en medios de comunicación, como en tertulias privadas. "Oí que en diferentes obras (públicas) se cobraban ciertas comisiones", añadió el imputado sin facilitar más datos.

Miguel Llabrés descargó la responsabilidad sobre el día a día de sus empresas en Miguel Toledo, su antiguo hombre de confianza y al que, según él, despidió al sentirse engañado en la compra de un terreno.

Toledo, según el empresario, era quien negociaba en las distintas operaciones. Este ejecutivo, que fue director gerente de Llabrés Feliu entre 2006 y 2007 y está defendido por Manuel Pomar, prestó declaración en calidad de detenido ante la Policía.

Miguel Toledo manifestó que ignoraba que el concurso para la construcción del Parque Central de Bomberos de Palma hubiese sido amañado, como postulan los fiscales anticorrupción.

Miguel Toledo, al igual que su jefe, rechazó haber pagado comisiones ilegales a Joan Pol o a Joan Mas o a otros relacionados con los hechos investigados en el caso Bomsai.

El ex gestor de la constructora también aseguró desconocer las razones por las que se hicieron pagos a las empresas de Pol y de Mas.