El déficit de atención, la hiperactividad o el trastorno autista de un niño se puede mejorar y recuperar con un simple cambio en la dieta. Se trata del Protocolo Biológico que los doctores de la Unidad Anti-Aging y Revitalización de la Clínica Juaneda, Marcos y Rosella Mazzuka, presentaron en la conferencia del Club DIARIO de MALLORCA celebrada en el Colegio de Médicos.

Los expertos presentaron a los oyentes un tratamiento biológico como alternativa a los existentes. El objetivo del proceso es averiguar qué problemas intestinales tiene el pequeño porque una vez que se recuperan las carencias, el niño recobra sus funciones. Marcos Mazzuka puntualizó que la medicina biomolecular no analiza el cerebro, sino la intoxicación de las células.

La actividad excesiva, la impulsividad o problemas en el colegio pueden ser causadas por la hipersensibilidad a los colorantes, los azúcares, la alteración de los ácidos grasos, la alergia alimentaria o la carencia de la vitamina B. Rosella explicó que muchas veces los padres dan la culpa a la conducta del niños, pero son las sustancias tóxicas que lo excitan.

La primera fase del Protocolo Biológico consiste en informar a los padres y hacer una analítica al afectado para detectar el problema intestinal y poder mejorar la conducta nerviosa a partir de una dieta libre de gluten y caseína. Un estudio realizado entre 200 niños demostró que el 75% de estos pequeños mejoraron su atención siguiendo una dieta sin colorantes.

Los doctores dejaron claro que si las analíticas demuestran que no hay ninguna carencia en las células del pequeño afectado por uno de estos trastornos, la unidad no puede hacer nada para mejorar su atención. El mineralograma de cabello u orina, los péptidos urinarios, los ácidos orgánicos o el nutrigen son algunas de las pruebas que permiten conocer las carencias intestinales. El primer paso es reparar la barrera intestinal a través de un cambio en la dieta. Por ejemplo, optando por una leche vegetal. Si hay que elegir entre los tipos de pescados, es mejor optar por los de talla pequeña ya que el atún, la merluza o el pez espada están contaminados por metales pesados. La doctora detalló que un mes después la flora intestinal está recuperada. La segunda fase consiste en la suministración de suplementos y recuperados inmunológicos y si aún persisten materiales pesados en el interior del intestino se pasa a la tercera fase que se centra en la desintoxicación de estos metales tales como el mercurio. Los sanitarios apuntaron que la corteza de la fruta, siempre que sea ecológica, ayuda a desintoxicar a los niños de estos materiales.

De todas maneras, los profesionales detallaron que existe predisposición genética para que los niños sufran estos trastornos. Sin embargo, el doctor Mazzuka defensó que el pequeño no desarrollaría la enfermedad con una alimentación correcta libre de estos metales pesados.

Mazzuka aseguró que el tratamiento biológico mejora el trastorno del niño, aunque no se puede concretar el porcentaje de la recuperación porque no hay estudios que lo demuestren. Sin embargo, contó un caso de una chica de 15 años que en diciembre acudió a su unidad tras llevar siete asignaturas suspendidas. Le sustituyeron la dieta y recuperó la concentración en los estudios ya que en la segunda evaluación las aprobó todas.

Este Protocolo Biólogico también se aplica a las mujeres con fibromialgia. Las interesadas en el tratamiento pueden informarse contactando con la Unidad Anti-Aging y Revitalización de la Clínica Juaneda.