El uso de aeronaves del SAR para trasladar invitados a la boda de uno de sus oficiales en Formentera no se llevó con ninguna discreción. Es más, incluso se presumía de ello en la celebración.

Un cartel que simulaba la portada de un periódico y que se había colocado en diversos puntos del Gecko Beach Club, donde tuvo lugar el banquete nupcial, junto a la playa de Migjorn, incluía diversos titulares alusivos a los contrayentes. Bajo la cabecera de ´La Invitación´ e imitando la tipografía y el diseño del diario ´La Razón´, el titular principal anuncia la boda y afirma en uno de los destacados: "La pareja espera un formidable desplazamiento de familiares y amigos a la paradisíaca isla de Formentera".

En otro lugar del cartel, cuya autoría no se especifica, un titular explica que los novios llevan más de cuatro meses preparando el enlace y se cita como "claves de la logística" de la boda el uso de "dos teléfonos, decenas de horas navegando por Internet y un helicóptero". También apuntan que para el día del enlace "los meteorólogos pronostican un día claro y soleado".

Los buenos augurios que predecía el cartel dedicado a la ceremonia se truncaron al día siguiente, 23 de mayo. Sobre las 13 horas, una antigua azafata de vuelo que se hallaba en la playa de Migjorn junto a unas amigas, quedó estupefacta al ver aparecer repentinamente "a muy baja altura" un helicóptero militar con las siglas SAR.

Según su relato, el piloto no dudo en realizar "un auténtico espectáculo aéreo" con maniobras, a su juicio, "temerarias" en torno al Gecko Beach Club. Su relato coincide con el de otros testigos presenciales.

Dos días más tarde Diario de Mallorca publicó las fotos que evidenciaban el uso de aeronaves militares con fines privados. Inmediatamente el Ministerio de Defensa ordenó la apertura de una investigación que llevó poco después a la destitución y arresto del teniente coronel Fernando Delgado, jefe de la base del SAR en Mallorca, considerado como el principal responsable del escándalo. Otro alto mando, destinado en una base aérea de Madrid, probablemente en Getafe, ha sido también arrestado porque tenía la responsabilidad de "supervisar la autorización" que le remitió Delgado y no hizo nada para evitar la movilización de las aeronaves. Otros quince oficiales han sufrido también arrestos disciplinarios por este escándalo.

En la lista de invitados, aparece en la mesa número 12 una persona que responde al nombre Fernando. Testigos aseguran que el teniente coronel acudió al convite y, a preguntas de este diario, no lo desmintió.

Tras el castigo del teniente coronel responsable del 801 Escuadrón y del alto mando de Madrid, los dos oficiales que pilotaron las aeronaves recibirán, en principio, una sanción mayor que la que tendrá el resto de militares, por lo que los once uniformados que "sólo" aceptaron ser pasajeros de "un vuelo que nunca deberían haber cogido", como explica el ministerio de Defensa, tendrán castigos menores.

Este departamento sostiene que cuando concluya el expediente, se conocerán todas las sanciones y recalcaron que el Ejército del Aire ha actuado con celeridad y resolución ante una actuación que tanto la Fuerza Aérea como el Departamento que dirige Carme Chacón no comparten ni admiten.