El grupo Recoletas gestionará a partir de hoy la Policlínica Miramar tras el acuerdo de integración alcanzado ayer entre el centro palmesano y la corporación sanitaria castellano leonesa. Con la incorporación de la Policlínica, el grupo Recoletas pasa así a estar presente en nueve comunidades autónomas.

En una reunión interna celebrada ayer en el centro sanitario palmesano que contó con la presencia del propietario del grupo Recoletas, Amando Rodríguez, y de su directora general, Begoña Calzada, el máximo accionista de la Policlínica, el hotelero Francisco Miralles, garantizó a los trabajadores la continuidad de sus puestos de trabajo porque, como se aseguró en una nota difundida después por la institución sanitaria palmesana, "con este acuerdo de integración total en el Grupo Recoletas se apuesta decididamente por mejorar y racionalizar la prestación de servicios hospitalarios en Palma de Mallorca".

La nota recalca que, para ello, "el grupo Recoletas aportará su experiencia y conocimiento además de las sinergias necesarias para incorporar modelos de gestión más eficientes" que garanticen la calidad y el futuro de la empresa sanitaria.

El empresario Francisco Miralles, contactado por este diario, abundó en esta apreciación asegurando que "con la que está cayendo es mucho mejor integrarse en un grupo sanitario potente que ir de manera individual".

El actual máximo accionista de la Policlínica eludió aclarar si esta integración supone en realidad una venta del centro palmesano y se limitó a repetir que la gestión de la clínica pasará a ser una labor que

desempeñará el grupo Recoletas.

Fuentes a las que ha tenido acceso este rotativo aseguraron que no se prevén cambios inmediatos ni en la gerencia ni en la dirección médica del centro palmesano en la actualidad ostentadas por los doctores Jaume Carbó y Carlos Torres, respectivamente.

Cabe recordar aquí que los actuales propietarios de la Policlínica Miramar se encontraron en el momento de la adquisición de las acciones, hace unos tres años, en una situación económica muy delicada que pudiera estar aún lastrando la normal actividad del centro médico pese a la ampliación de capital suscrita.

La Policlínica Miramar mantiene vivos pleitos judiciales con uno de los antiguos propietarios, el doctor Pau Ramis, y el centro sanitario fue noticia a finales de abril por el suicidio de uno de sus fundadores, el doctor Miquel Dalmau.