Un mosquito, molesto como todos los de su especie, está causando estragos en amplias zonas de la isla, aunque con especial virulencia en el Pla de Sant Jordi y en Son Ferriol, áreas inundables y de complicado drenaje en la actualidad anegadas tras las intensas lluvias registradas el pasado 3 de mayo.

Miguel Angel Miranda, profesor de Zoología de la UIB, explica que se trata de la especie Ochlerotatus caspius, un mosquito oportunista que prolifera en épocas de temperaturas suaves, en primavera, aprovechándose de la aparición de lluvias especialmente copiosas que crean los charcos y humedales en los que crece y se reproduce.

"Las lluvias torrenciales de principios de mes cayeron en el peor de los momentos, en el ciclo más favorable para la reproducción de estos insectos. El problema es especialmente grave en el Pla de Sant Jordi y en Son Ferriol, zonas con problemas históricos de drenaje", señala Miranda. El especialista acota que, con un mes de mayo normal en lo que a pluviometría se refiere, tendríamos unas poblaciones de mosquitos moderadas pero las lluvias de hace dos semanas "han multiplicado hasta por cinco el número de mosquitos habitual por estas fechas. Normalmente, por estas fechas recibimos unas 5 o 6 quejas semanales por picaduras de mosquitos. Pues bien, en estos momentos estamos atendiendo entre 60 y 70 reclamaciones cada día".

Esta ingente cantidad de insectos hace inútil la actuación habitual para erradicarlos: el uso del Bacillus thuringiensis, una bacteria bioinsecticida que acaba con las larvas del mosquito. "Es el método más idóneo medioambientalmente hablando. Pero ahora no sería efectivo por el gran volumen de agua acumulada y la gran cantidad de insectos. Por eso habrá que recurrir a las fumigaciones a nivel terrestre, que ya se están llevando a cabo. La solución última a este problema que ciclícamente padece la zona del Pla de Sant Jordi pasa por conseguir un drenaje efectivo de este área", apunta el profesor.

Miranda advierte que se trata de un mosquito de picadura muy dolorosa y "antropofílico", esto es, con especial predilección hacia los seres humanos hacia los que es atraído por su olor. "Al contrario que otros insectos o mosquitos que se sienten más atraídos por el ganado o por otros animales, al Ochlerotatus le atrae el ser humano, por eso es necesario adoptar una serie de simples medidas para intentar evitar sus molestas picaduras que, en primer lugar, pasarían por evitar los paseos al atardecer ya que entre las siete y las diez de la noche son las horas en las que este insecto despliega su mayor actividad".

El profesor de Zoología recomienda asimismo drenar en lo posible las propiedades privadas para evitar la formación de charcos donde este díptero tiene su hábitat. "También tienen tendencia a picar en piernas y pies, por lo que es aconsejable ir calzado con zapatos cerrados y llevar calcetines, además de usar pantalones largos preferiblemente. También recomendaría usar camisas de manga larga y de colores poco vistosos para evitar atraerlos. Para las picaduras es efectivo cualquier repelente que se puede adquirir en las farmacias", aconseja.

Miranda no cree que esta plaga puntual y "oportunista" vaya a más en las próximas semanas, salvo que vuelva a llover y a embalsarse más agua.