Esquerra Unida escenificó durante su asamblea de ayer una catarsis de la que sale convertida en dos partidos distintos. Uno de ellos está formado por el núcleo mayoritario de la actual EU, que ayer designó delegados para un proceso constituyente que ha durado un año y que culminará el 5 de junio con el alumbramiento de Esquerra Alternativa y Verde. La otra formación nacerá de la alianza de las corrientes ayer ausentes en la asamblea, que el jueves decidieron abandonar el proceso refundacional para avanzar en la creación de un partido de izquierdas sin relación orgánica con IU.

La futura Esquerra Alternativa y Verde, que sí mantendrá su relación federal con la IU de Cayo Lara, se queda así hasta el 5 de junio con Manuel Cámara, Sara Mulet y Aina Díaz como principales cabezas visibles. Más en pañales está el nuevo partido, que a falta de nombre y de componentes, tendrá como germen al hasta el jueves coordinador de EU, David Abril, y a los integrantes de la corriente Esquerra XXI, todos ellos partidarios de articular una opción sin dependencia de ningún partido nacional que sirva como plataforma integradora de la izquierda balear.

Aunque para ello el primer paso dado es disgregador. De ello se lamentaba ayer Manuel Cámara, miembro de la dirección de lo que queda de EU, que admitía que las convulsiones de esta semana se traducen en un "debilitamiento del partido" para el que hay marcha atrás: "La puerta está abierta para todos los que se han ido. Deseamos que puedan volver en el futuro", afirmaba Cámara, que calificaba de "auténtica locura" la creación de un partido alternativo y avisaba de que quien quiera volver deberá tener en cuenta que Esquerra Alternativa y Verde no renunciará a la relación federal con Izquierda Unida. "Queremos reformar el piso para hacerlo más habitable, pero no mudarnos, porque estamos cómodos", zanjaba ilustrativo, antes de garantizar que su formación abogará por la reedición del Bloc en las elecciones autonómicas de 2011.

Estabilidad en el Govern

Es decir, EU se divide en dos nuevos partidos para quizá agruparse dentro de un año en una lista electoral integrada en el Bloc. De ello son partidarios también las corrientes disgregadas, que plantean no obstante que el Bloc sea mucho más que una mera coalición electoral. "Planteamos un Bloc diferente, estable, no solo una alianza electoral, sino un proyecto amplio e integrador para la izquierda", apuntaban ayer fuentes de Esquerra XXI, corriente ya disgregada de EU.

Lo que parecen tener claro unos y otros es que la ruptura del partido no afectará al Govern. "No vamos a poner en peligro la estabilidad del Gobierno", aseguraba ayer tajante Manuel Cámara cuando se le preguntaba por la continuidad de la consellera de Asuntos Sociales, integrada en la corriente Esquerra XXI, que mañana explicará sus planes de futuro.